La solitaria anotación de Hans Martínez en el Monumental trajo a la memoria el gol con que Chile se impuso por la mínima a Austria y se adjudicó el tercer puesto en la Copa del Mundo Sub 20 de Canadá 2007.

El maipucino, igual que hace seis años, extendió la pierna derecha en el borde del área chica y definió certeramente para otra victoria inolvidable.

"El 'Chiqui' (Fernando Cordero) mandó un centro extraordinario. Es uno de los goles más importantes que he convertido. Y más todavía si sirve para quedar a un punto de Unión Española. El campeonato está bonito, pero hay que mantener este nivel para seguir aspirando al título", expresó el goleador de la tarde en Macul.

Y claro, en el vestuario la alegría era inmensa. Quizás nunca antes se vio una sonrisa tan amplia en el rostro del técnico Martín Lasarte.

Y ni hablar en la de Martínez. El club de sus amores subió en la tabla y ahora es real candidato a obtener el cetro. Encima, él gana puntos para que la dirigencia siga luchando por renovar su contrato...

El zaguero termina vínculo a fin de año, pero en caso de que no extienda su permanencia en la tienda de la precordillera podría negociar en junio como jugador libre, escenario que no cae bien en la concesionaria Cruzados, pues no podrían obtener ganancias con un futuro traspaso.

En un principio, el futbolista estaba incómodo porque la dirigencia no se acercó a negociar, pero esa situación ha cambiado y ahora ambas partes están empeñadas en que se logre el acuerdo.

La traba para cerrar el trato son las nuevas condiciones, pues la dirigencia cruzada aspira a seis meses más de contrato, mientras que el defensor formado en la UC pretendería, al menos, un año más.

En ese sentido, Cruzados apurará las gestiones para negociar durante esta semana con su representante, el argentino Fernando Felicevich. Una fuente del club confiesa que "estamos decididos y avanzados en cerrar su renovación. Además, Hans lo único que quiere es seguir con nosotros, salvo que le llegue una oferta interesante para él y para Católica".

Claro, Martínez ya fue tentado en el verano por Universidad de Chile, mientras que en sus manos tuvo ofrecimientos concretos y por escrito desde Italia, específicamente de Parma y Udinese. Todas las rechazó para continuar defendiendo a la franja.

El defensa no se distrae

Martínez tiene un carácter complicado. En cada juego se puede apreciar molesto, aunque sea por una mínima jugada. De hecho, varias veces esa personalidad impulsiva lo ha traicionado y en el último año y medio ha recibido tarjeta roja en dos oportunidades.

Para suplir el mal genio, la figura estudiantil complementa los entrenamientos en San Carlos de Apoquindo con las artes marciales. Hace dos años que el líbero practica Muay Thai o boxeo tailandés, disciplina que combina técnica con piernas y brazos y que en algunos países es prohibido.

Al central le ha servido para la concentración y en controlarse en los partidos más ríspidos.

Y tal como su nueva postura en la cancha, fuera de ella también es cauto, incluso si se habla de su futuro. No quiere desconcentraciones. "Mi representante no me dice nada de los avances en las negociaciones para no 'sacarme'. Es lo único que puedo contar", explica a la salida del estadio

Martínez tiene 26 años y asoma como uno de los baluartes de la campaña. "Fuimos justos ganadores y serios aspirantes al título", sentencia el defensa.