En la previa Martín Lasarte lo había dicho, saldría a esperar a Sao Paulo y el mejor resultado para Universidad Católica era irse con un 0-0 al descanso.

Todo lo que esperaba el técnico uruguayo sucedió, sin embargo se olvidó de algo fundamental. Católica necesitaba convertir al menos un gol para aspirar a llegar a la final, pero cuando no se crea ninguna ocasión es simplemente imposible.

Tras los primeros 45' todo resultó, aún cuando los de la franja renunciaron al ataque y se salvó varias veces.

A los 2' Luis Fabiano ya probaba a Toselli y tras ello Osvaldo (18') y Jadson (21') se perdieron dos claras ocasiones.

El dominio era total por parte de los locales y el portero chileno respondió ante remates de Jadson y un tiro libre de Rogerio Ceni.

Luego vino la mejor del arquero nacional. Atajó un tiro cruzado y bajo de Osvaldo y desde el mismo piso contuvo un remate de Luis Fabiano, el que en el rebote se apuró y definió mal.

Tras el descanso, se esperaba un equipo chileno un poco más ofensivo, pero todo siguió igual que en la primera parte.

Jadson elevó desde centro del área y luego Luis Fabiano no la pudo controlar cuando quedaba en solitario ante Toselli.

En Católica ingresó Meneses por Peralta y Ovelar por Silva en busca de una mayor capacidad ofensiva y por fin Castillo cabeceó en el área y desvió a los 78'.

En lo que quedaba, Lasarte sacó a Ríos e hizo entrar a Mier buscando el gol que los podía poner en la final.

La UC trató, pero no se creó ninguna ocasión de gol, quizá lo único que falló en el plan del técnico de los cruzados.

El pitazo final terminó con la ilusión de los chilenos, que se defendieron como pudieron y al final fueron por la hazaña, pero se quedaron cortos en el intento.