Martín Lasarte respiró antes del clásico. Colo Colo venció al otro líder, O'Higgins, y le despejó la panorámica a Universidad Católica: ahora si el equipo de "Machete" concreta una victoria sobre la "U", terminará como puntero exclusivo del Campeonato de Apertura 2013-2014. Si pierde, en tanto, continuará a la cabeza junto con los rancagüinos, pero sin ningún margen de error.
Lo cierto es que el "charrúa" tiene una posibilidad inmejorable de, por fin, enrielar una ruta hacia el título que le ha sido esquivo durante su estada de casi un año y medio en Chile.
Esa posibilidad fue la que lo mantuvo en el cargo luego de perder la corona del certamen anterior, pues en Cruzados SADP consideran que respetar el proceso del uruguayo podría permitirle al club adueñarse de la undécima estrella.
Las condiciones
Ahora, con la eliminación en la Copa Sudamericana, Lasarte no tiene más chance que ganar el torneo para evitar una evaluación que sería más drástica que la anterior, según fuentes de la concesionaria.
Al respecto, la visión del adiestrador es la siguiente. "Si no ganamos, de repente no quedamos fuera de la situación. Lo que está claro es que si en estos pocos partidos que restan no conseguimos lo que queremos (el título), estaremos en un panorama no deseado", expresa el uruguayo.
En un principio, la exigencia había sido mayor, pues los dirigentes querían que el DT posicionara nuevamente a los cruzados en semifinales de la Copa Sudamericana, tal como lo hizo en su primer semestre en el club (2012).
Sin embargo, esa apreciación dirigencial ha cambiado, ya que la buena actuación -pero insuficiente- contra Sao Paulo dejó igualmente satisfechos a los accionistas, que valoran la capacidad ofensiva de la escuadra.
En la concesionaria hay confianza de lo que el equipo puede desarrollar este mediodía frente a la "U", por lo que algunos miembros del directorio siguen pensando en la opción de extender el contrato del DT, que expira en junio del próximo año.
Eso sí, esa chance terminaría dependiendo de lo que piense Lasarte y del resultado que obtenga al final del certamen, que hoy tiene una misión más que dura contra el archirrival.
Un triunfo (o un empate) comenzaría a asegurar, al menos, su continuidad.