Casi la totalidad de los países integrantes de la Unión Europea apoyaron hoy la idea de revisar algunas disposiciones del Tratado de Schengen sin poner en peligro la libre circulación de personas.
"El refuerzo de los controles en las fronteras interiores no se permitirá salvo que se respeten unas condiciones muy estrictas en las que todos estamos de acuerdo", indicó el ministro húngaro de Interior, Sandor Pinter, cuyo país preside la UE este semestre.
La propuesta de reforzar las fronteras interiores, defendida por Francia e Italia como medida para combatir la llegada masiva de inmigrantes, fue tratada en un Consejo de ministros europeos de Interior
La idea planteada por la Comisión Europea consiste en reintroducir los controles fronterizos entre los estados miembros en "circunstancias excepcionales", a través de un mecanismo de suspensión que se utilizaría "como último recurso".
Los países debatieron hoy por primera vez la medida, sobre la que se espera que se avance en la cumbre de Jefes de Estado o gobierno que tendrá lugar en Bruselas el próximo 24 de junio.
Durante la reunión de hoy, unos 18 estados miembros defendieron la necesidad de clarificar el acuerdo Schengen, al opinar que el Tratado deja demasiado margen de interpretación, según explicaron fuentes europeas.
España, Bélgica y Malta consideraron que Schengen es un marco adecuado, aunque dejaron claro que no se opondrían a los cambios. Por su parte, Chipre, país que no forma parte del Tratado Schengen, se opuso firmemente a su reforma.
La reunión de hoy sirvió para debatir por primera vez el asunto, aunque en ella no se tomaron decisiones. El Consejo espera que la Comisión Europea plantee una propuesta concreta en el futuro próximo.
Ayer Dinamarca decidió restablecer los controles aduaneros permanentes con Alemania y Suecia.