La Unión Europea (UE) dio hoy un paso más para blindar su arquitectura financiera contra nuevas crisis, como la de endeudamiento de Grecia, al aprobar la creación de una coraza legal, articulada en tres órganos descentralizados, que abra un paraguas protector antes de que estalle una nueva tormenta en forma de recesión.

No obstante persistieron las fuertes diferencias, entre otros puntos sobre la creación de una nueva tasa para gravar las transacciones financieras, un tema de debate desde hace décadas entre los expertos. Alemania, la mayor economía del bloque, Francia y Austria son favorables, mientras que Reino Unido y Suecia se oponen.

Los ministros de Economía de los 27 socios, reunidos en un consejo ECOFIN, dieron su visto bueno para que a partir del 1 de enero de 2011 se ponga en funcionamiento el Consejo Europeo de Supervisión de Riesgos Sistémicos (CESRS), vinculado con el Banco Central Europeo (BCE).

Este órgano, con sus tres divisiones (control de bancos, de aseguradoras y de mercados bursátiles), actuará como juez, o "árbitro" del mercado, sin por ello interferir en él, como pidió, entre otros, el Reino Unido, celoso de la rica actividad de la "City".

Así, una vez que el Parlamento Europeo lo apruebe formalmente a fines de este mes, el esquema tripartito, bajo la supervisión del BCE, funcionará de manera descentralizada: desde Londres se supervisarán los bancos, Fráncfort vigilará las aseguradoras y París pondrá la antena sobre los mercados bursátiles.

Será un órgano de vigilancia financiera que podrá alertar, emitir recomendaciones o avisos para prevenir nuevas catástrofes económicas. No obstante, aunque sus juicios serán no vinculantes (para contentar a Londres), servirán de brújula para quienes tomen las decisiones en los centros de poder de Europa.

"Se trata de un gran éxito. Estamos al comienzo de un proceso", comentó el ministro alemán de Economía, Wolfgang Schäuble, en relación a la creación del CESRS. "Necesitamos una nueva arquitectura financiera", comentó por su parte el ministro belga de Economía, Didier Reynders, cuyo país preside este semestre la Unión Europea.

Pero a pesar del alivio que se respira en la Comisión Europea por este primer paso para instalar una red protectora sobre las economías comunitarias, los ministros de Economía de la UE han evidenciado que siguen profundamente divididos en relación a si debe ponerse en marcha una tasa para gravar a las transacciones financieras.

PRESUPUESTOS

También hubo acuerdo para que, a partir de 2011, los socios comunitarios envíen primero a Bruselas el borrador de presupuestos nacionales (con perspectiva trianual), para que los expertos de la Comisión los puedan analizar y, eventualmente, hagan recomendaciones.

Sólo con la venia final del ejecutivo comunitario, los 27 socios del bloque podrán dar su visto bueno a los presupuestos anuales nacionales.

"Se trata de detectar incoherencias y desequilibrios" antes de que se produzcan los problemas, asegura un texto oficial.

De acuerdo con este nuevo esquema, los gobiernos de los 27 socios de la UE deben enviar sus borradores de presupuesto para el siguiente ejercicio en la segunda quincena de abril de cada año.

Los socios tendrán el mes de abril para revisar posibles desviaciones del Pacto de Estabilidad y de esa manera hacer los ajustes que sean necesarios.

"Con este tipo de controles preventivos (el examen de los presupuestos por Bruselas) hemos logrado una mejora sustancial. Ya no tendremos que apagar el incendio cuando se haya desatado", aseguró el comisario de Economía de la UE, Olli Rehn.