Los líderes europeos han situado el desempleo juvenil y el riesgo de ruptura social entre sus principales desafíos y hallar soluciones será una prioridad en los próximos meses.

En una carta difundida el viernes por la noche, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que el desempleo juvenil era uno de los temas más acuciantes para los Veintisiete.

"El Consejo Europeo de junio será la oportunidad de movilizar los esfuerzos a todos los niveles en torno a un objetivo común: conseguir jóvenes motivados que vuelvan a trabajar o a estudiar", dijo, en referencia a próximas cumbres.


"Debemos garantizarles que estarán preparándose, o estudiando más o trabajando a los cuatro meses de haber dejado los estudios", añadió.

Los ministros de la UE acordaron a principios de este año dar pasos para asegurar que los menores de 25 años recibían una oferta de trabajo o de formación dentro de una iniciativa por 6.000 millones de euros contra el desempleo juvenil en las zonas más afectadas de Europa.

El malestar social va en aumento y algunos investigadores han advertido de una "generación perdida" de jóvenes desempleados y sus hijos.

Van Rompuy dijo en su carta que habían de hacerse labores preparatorias, con el objetivo de que haya marcos "plenamente operativos" para ayudar a los jóvenes en enero del año próximo.

La carta de Van Rompuy señala que los niveles de desempleo varían enormemente en la Unión Europea, subrayando la necesidad de compartir las mejores prácticas.

Para la Unión Europea al completo, el desempleo se sitúa en el 10,9% y en los 17 miembros de la eurozona alcanzó un récord del 12,1% de la población activa en marzo, las últimas cifras publicadas. En Estados Unidos es del 7,6%.

Entre los estados miembros, los niveles más bajos de desempleo se dan en Austria (4,7%), Alemania (5,4%) y Luxemburgo (5,7%), mientras que los más altos se sitúan en Grecia (27,2%), España (26,7%) y Portugal (17,5%), según los datos de Eurostat de finales de abril.