En la madrugada del sábado 18, Claudia Alvarado Cornejo (25) dormía en su casa, en la comuna de Colina, junto a su pareja. A eso de las dos de la mañana se despertó con los gritos de una vecina: "¡Al Pepe lo mataron!", decía. De inmediato, ella pensó en su hermano Héctor (34), un chef que durante las madrugadas también trabajaba como conductor de Uber.
Pepe, como le decían sus cercanos, murió esa noche luego de resistirse a un asalto callejero protagonizado por tres menores de edad -según señalaron testigos- que habían solicitado un servicio de taxi en el barrio Bellavista a través de la aplicación. El hecho ocurrió el viernes 17, a las 23 horas.
Al finalizar el viaje, en la intersección de la calle Manuel Rodríguez con Raúl Montt, en la comuna de Recoleta, Alvarado fue amenazado con armas de fuego y, al resistirse, recibió una bala en la cabeza, lo que provocó su muerte de forma inmediata.
"Siempre me decía que nunca le iba a pasar nada, porque se sabía defender. Yo sé que antes de morir trató de defenderse", recuerda su madre, Pilar Cornejo (50). Ella comenta que si su hijo no hubiera resistido el asalto, probablemente no habría muerto.
No era la primera vez que lo asaltaban. En una ocasión, un sujeto le pegó un cachazo en la nuca mientras conducía, pero Alvarado resistió la embestida. "Nunca tuvo miedo. Siempre fue bueno para los combos", dice su hermana Macarena (30). Alvarado era un seguidor de "todo vale", un deporte de artes marciales mixtas que solía practicar.
En otra oportunidad, a Alvarado le rompieron un vidrio de su auto, color celeste metálico y de marca Chevrolet Spark GT, al que llamaba "la Chanchita". Se dio cuenta inmediatamente de lo que estaba pasando y salió persiguiendo al ladrón. Por estas dos experiencias, sus hermanas solían insistirle en que nunca se resistiera en otro robo, que solo entregara todo.
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Héctor Alvarado era el mayor de cinco hermanos y el único hombre de la casa. Según cuentan sus cercanos, era el regalón de la familia Alvarado Cornejo. Sus padres se separaron cuando tenía 17 años, por lo que debió dedicarse a cuidar a su madre y a sus hermanas. "Era mi ídolo. Cuando yo me enfermaba, él corría por mí. Era como mi papá. No quiso terminar la educación media para hacerse cargo de la familia", recuerda su madre, Pilar. Su hijo debió terminar el colegio en horario vespertino para adultos mientras trabajaba en parcelas en Colina sembrando y recolectando frutas. Tenía dos hijas, Denisse (15) y Fernanda (9).
Alvarado era muy cercano con su hermana Claudia, quien era la única que lo podía reprender. La última vez que hablaron fue en la tarde del mismo día en que lo mataron. Tras escuchar los gritos de su vecina y hablar con ella, decidió corroborar lo que le decían. Una nota en el sitio web de La Tercera confirmó la noticia. Entonces avisó al resto de la familia que su hermano estaba muerto.
Según datos entregados por Uber, son 49 mil los conductores en Chile que actualmente tienen sus cuentas activas. El 92% de ellos declara que prefiere ser trabajador independiente a empleado. En esa situación se encontraba Alvarado.
"Lamentamos profundamente la muerte de uno de nuestros socios conductores en Santiago. Nuestros corazones están con la familia y sus seres queridos durante este difícil momento. Apoyaremos en todo momento la investigación de las autoridades para dar con quienes resulten responsables de este episodio", anunció la empresa a través de un comunicado. El día del asalto a Alvarado, Claudia recibió una llamada de una abogada de Uber asegurándole que sus sobrinas iban a recibir apoyo económico. "Desde el momento en que ocurrió todo, los conductores, socios y administradores de Uber trataron de comunicarse con nosotros por redes sociales", dice Macarena. Ella recuerda que varios colegas de su hermano llegaron al lugar de los hechos como muestra de apoyo. Una caravana de 30 autos se manifestó en Colina al día siguiente. La mayoría eran padres y madres exigiendo justicia para la familia Alvarado.
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Pilar Cornejo (izq) junto a Denisse Alvarado (der), madre e hija de Héctor Omar Alvarado Cornejo, observan fotografías del conductor.
FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ / LA TERCERA[/caption]
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Desde su infancia, Héctor estuvo metido en la cocina. Cuando su madre iba a trabajar le tocaba cumplir el rol de dueña de casa y se dedicaba a inventar sopas. Mezclaba ingredientes y tostaba pan. Así le empezó a gustar la cocina. Era muy detallista. Adornaba los platos e innovaba en las comidas. Un día, para el cumpleaños de su madre, cocinó rana para sorprenderla. "Todos comían convencidos de que era pollo. Yo estaba feliz de que cocinara cosas diferentes, pero yo no podía comerlas", comenta Pilar. A sus hermanas buscaba consentirlas con sushi y pasteles, sin embargo, ellas recuerdan que su mejor plato eran los tallarines con salsa.
Alvarado comenzó trabajando como copero en el Club de Golf de Las Brisas de Chicureo. Al tiempo lo contrataron para ser parte de la cocina y terminó como chef del lugar. El club le abrió las puertas para trabajar como maestro de cocina en lugares como el restaurante El Rincón de Omar, en el Hotel Nippon de Santiago Centro y en las Lomas de La Dehesa. "El era súper recomendado por sus jefes", dice Claudia. Después decidió irse a cocinar al Rey del Churrascón, un restaurante de comida rápida de Colina. Aunque hacía turnos de noche y de día, en su tiempo libre era chofer de Uber. También organizaba eventos, donde cocinaba cordero magallánico.
Alvarado solía enviar fotos y videos al grupo familiar de WhatsApp con personas públicas que había conocido en ese trabajo. Kike Morandé, Paty Maldonado, Raquel Argandoña y Pamela Díaz eran algunos de los rostros de televisión que lo llamaban para organizar eventos. "Manuel Neira siempre lo llamaba para que les celebrara el cumpleaños a sus hijos", recuerda Macarena. De vez en cuando, Alvarado veía MasterChef -el programa de cocina de Canal 13-, hasta que un día decidió participar. Su madre siempre le dijo que algún día tendría fama.
Alvarado pidió a Silvina que lo ayudara a postular, pero cuando se dio cuenta de que había que llenar un par de formularios y contestar una serie de preguntas desistió en su afán. "El papeleo le daba lata. El solo quería cocinar, ser famoso y tener su propia empresa de banquetería conmigo. Era un proyecto que siempre tuvimos en mente, pero nunca nos sentamos a concretar", comenta Silvina.
En el Rey del Churrascón conoció a Joshua Jiménez, integrante de Mariachis Cantan, grupo de música mexicana que tocó algunas canciones en su funeral. "Le encantaban Los Tigres del Norte. Siempre los escuchaba mientras lavaba el auto", recuerda Pilar, y dice que el gusto por la música ranchera se lo habría inculcado ella. Alvarado se hizo amigo de los mariachis y de vez en cuando les pedía que tocaran en el restaurante. "El siempre dijo que quería que su funeral fuese una fiesta con vino y mariachis", comenta Silvana.
La familia se dedicó a cumplir cada una de sus peticiones, incluso que la canción La cruz de marihuana, de los Tigres del Norte, sonara una y otra vez durante el velatorio, incluido el camino al Cementerio Municipal de Colina. Al funeral llegó una caravana con sus amigos y colegas, entre ellos, varios chefs, garzones y coperos.
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Fue a mediados de octubre de 2016 que Alvarado empezó a trabajar en Uber. Además, se dedicaba a realizar eventos para empresas y matrimonios junto a Bernardita Espinoza, una socia y amiga. Por falta de tiempo, dejó de cocinar para poder manejar en la noche.
"Estaba muy contento cuando quedó. Amaba conducir y hablar con los pasajeros", comenta su hermana Macarena. En su familia siempre lo veían limpiando y aspirando el auto. Le echaba desodorante ambiental antes de salir y se preocupaba de andar bien vestido. "La gente lo calificaba muy bien en la aplicación. Tenía muy buenos comentarios", dice Claudia.
Cuando Alvarado era niño, su madre le regalaba autos de juguete. El soñaba con trabajar y comprarse un auto de verdad. Uno de sus panoramas era ir a las exposiciones de autos para sacarse fotos con los Lamborghini y los Ferrari y subirlas a Facebook. También se grabó andando en moto vestido de chef. "Le decíamos Toretto 2.0, porque le gustaba la velocidad", comenta Macarena haciendo referencia a Dominic Toretto, el personaje protagónico interpretado por Vin Diesel en Rápido y Furioso, su película favorita.
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El sábado 18, Bernardita estaba esperando a Alvarado a eso de las 10 de la mañana en Las Brisas de Chicureo como habían acordado el día anterior. Tras ver que su compañero no llegaba, decidió contactarlo por todos los medios, pero no conseguía respuesta. Estaba en eso cuando la hija mayor de Alvarado subió a Facebook una foto de su padre y decidió comentarla: "Te estoy esperando". Aún no se enteraba del fatal asalto.
El día anterior, Alvarado había ido al dentista y luego pasó la tarde con una tía. "¿Para qué vas a ir a trabajar si vas todos los días? Tómate el día y descansa", le dijo a su sobrino, quien prefirió hacer un turno en la noche, porque necesitaba la plata para pagar algunas cuentas. A eso de las 10 de la noche, Alvarado se arregló y partió a trabajar. Llamó por teléfono a su hermana Claudia para que lo ayudara con su celular que no funcionaba bien, porque se le recalentaba la batería. "Me pedía que le recomendara una aplicación para 'enfriar' el celular", dice riendo, y agrega que -hasta la que sería su última carrera- a Alvarado le estaba yendo bien con los traslados solicitados a través de Uber.
De los responsables del homicidio no se tienen datos. En la Fiscalía Centro Norte no se han pronunciado frente al tema. "Por el momento no podemos referirnos al caso. Se trata de una investigación reciente, en la que en conjunto con la Brigada de Homicidios estamos trabajando para identificar y detener a los autores del crimen. La entrega de cualquier antecedente podría entorpecer nuestra investigación", respondió el jefe fiscal a cargo del caso, Patricio Cooper. Con la investigación en curso, la familia de Alvarado pide justicia y que se aplique el máximo rigor de la ley a los autores del crimen.