El 2014 fue para la selección nacional un año en el que debió enfrentar una Copa del Mundo que empezó con expectativas pero que se terminó con un sabor amargo, por la eliminación con Brasil. El destacado rendimiento en la cancha, ya sea en duelos oficiales como en amistosos, se cruzó con algunas polémicas que trastocaron el camarín de Jorge Sampaoli. Una de ellas fue la opción que tiene el entrenador transandino de la nacionalización de jugadores para que estén a su disposición en el plantel.
Buscando variantes para potenciar su plantilla, proyectanto la Copa América y las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, Sampaoli posó su mirada en delanteros argentinos con raíces chilenas. Uno es Mauro Zárate, atacante de West Ham United, en cuyo currículum destacan pasos por Vélez, Lazio e Inter, pero en su presente en la Premier goza de poca regularidad. El otro caso es el de Leonardo Ulloa, jugador que milita en Leicester City, el colista de la liga inglesa.
Hoy, a su arribo a Santiago, Gary Medel no se mostró abierto a la eventual llegada de Zárate o Ulloa. "No hablo de ese tema, porque lo ve el cuerpo técnico, y si mis compañeros dicen que no les viene bien, estoy de acuerdo con eso", declaró el "Pitbull", según consigna radio Cooperativa.
La voz de uno de los referentes del equipo coincide con lo expuesto por Eduardo Vargas, quien en una entrevista a La Tercera (publicada el 3 de diciembre), confesó que no está de acuerdo. "No me parece bien. La Selección tiene muy buenos jugadores chilenos y no necesitamos nacionalizar a otros para que vengan a rendir en nuestra selección", señaló el delantero de Queens Park Rangers y goleador de Chile en la era Sampaoli.
A principios de mes, el seleccionador reconoció que no citó a Zárate para que el futbolista no se expusiera a un ambiente incómodo. "El medio es muy nacionalista y se apodera de una noticia para ser más sensacionalista. La noticia perjudicó su llegada, y hoy no lo podemos tener", dijo Sampaoli en conferencia de prensa.
Otra situación que puso en jaque, sobre todo al camarín, fue la repartición de dinero por jugar las Eliminatorias, o más conocido como el "Caso Premios". Jugadores como Braulio Leal y Nicolás Peric alzaron la voz, considerando injusta la manera en que se distribuyeron los premios por clasificar al Mundial, excluyendo a quienes fueron convocados menos de seis veces. Incluso, el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) intercedió para solucionar el conflicto. Esto podía trastocar las intenciones de Sampaoli, de convocar cuando lo necesite a jugadores del grupo de los "enojados", y así producir un nuevo inconveniente.
Luego de un cruce de declaraciones, fue Claudio Bravo, quien en su cuenta de Twitter, anunció que "cada compañero que estuvo en el proceso eliminatorio recibirá lo que corresponde a su participación".