Reformas y procesos de grandes dimensiones se avecinan para la Unión Europea, pero Alemania podría ser la piedra de tope. La crisis política que vive Alemania ante el fracaso de la canciller Angela Merkel en su intento por formar una coalición de gobierno, dificultan las tareas del bloque. Ello, porque Merkel ha forjado un enorme liderazgo en Europa tras la debacle económica en Grecia, la crisis de refugiados, y las negociaciones del Brexit. Además, es la líder que lleva más tiempo en el Consejo Europeo: desde 2005.
"Aún debilitada interiormente, Merkel tenía gran autoridad fuera de Alemania y un estilo que se prestaba para la creación de coaliciones", dijo a The New York Times, Mark Leonard, director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
Ante esto, y la posibilidad de nuevas elecciones en Alemania o bien, el nombramiento de un Ejecutivo en minoría, se podría profundizar la inestabilidad de la UE.
Pero la "pesadilla alemana" no es el único problema que debe sortear el bloque. De hecho, este año ha sumado una serie de frentes paralelos de alta complejidad.
Según los analistas, el Brexit podría sufrir los coletazos de la crisis política en Alemania. El componente consensual que ha entregado Merkel en el proceso ha sido clave para los británicos. Las negociaciones entre Reino Unido y sus socios europeos sobre esta materia están llegando a una etapa crucial debido a la decisiva reunión que tendrá lugar el 14 y 15 de diciembre, en la cual se espera que la negociación del Brexit presente avances.
El problema sería que sin la voz moderadora de la canciller alemana, la posición europea sobre el Brexit se podría endurecer. Eso podría culminar en que Reino Unido abandone la Unión Europea sin acuerdo alguno para marzo de 2019, fecha en que expiran las negociaciones en virtud del Artículo 50 del Tratado de Lisboa.
El ex embajador alemán en el Reino Unido, Thomas Matussek, aseguró al diario británico The Independent que la crisis en Berlín no provocaría "ninguna diferencia operacional" a la postura que la UE tomaría sobre el Brexit en diciembre. Sin embargo, advirtió que "en el mediano y largo plazo por supuesto que sería muy, muy malo, si faltara el aporte alemán".
Macron y Cataluña
La reforma de la Eurozona que propone el Presidente francés Emmanuel Macron, con el eslogan de refundar la Unión Europea, también correría peligro. Con el ascenso de Macron se preveía una fuerte cooperación franco-alemana. Así, Alemania, la principal potencia económica del continente, sería imprescindible para profundizar la unión a nivel económico, donde los planes son la creación de un presupuesto común y un ministro de finanzas europeo, entre otros.
"Durante cinco años, el motor alemán funcionaba a pleno rendimiento y el francés estaba casi parado. Ahora hay dudas sobre el motor alemán justo cuando el francés se enciende con Macron", señaló a Europe 1 el eurodiputado conservador Alain Lamassoure. "Sin Alemania veo difícil que Macron pueda impulsar esto (...) sería imposible unir diferentes visiones", dijo a EFE la directora adjunta del centro de estudios europeos Bruegel, Maria Demertezis.
De todas formas, la Comisión Europea señaló el martes que pese a la situación política alemana el bloque no se detendrá. "Europa no se parará durante este periodo", dijo la portavoz jefe de la Comisión Europea, Margaritis Schina.
Este año, la UE también debió sortear el desafío independentista en Cataluña. Sin embargo, no dudó y cerró filas con el gobierno de Mariano Rajoy. Además, no reconoció la declaración de independencia catalana.
Alta preocupación
La inmigración es otra de las materias que la Unión Europea ve con preocupación ante una Merkel débil. Esto precisamente ha sido uno de los temas que ha impedido la formación de gobierno en Alemania.
Durante la crisis de refugiados, en 2015, la canciller alemana decidió aceptar a más de un millón de refugiados.
"Su posición a nivel nacional y su libertad para impulsar las cosas en Bruselas, especialmente en materia de inmigración, probablemente serán más débiles", señaló a La Tercera Marie De Somer, experta del European Policy Center.
"Ya ni siquiera Alemania parece sólida y predecible. El proyecto europeo en su conjunto volverá a estar en problemas. Europa deberá vivir durante mucho tiempo sin el efecto tranquilizador de una Alemania estable", concluyó el columnista del Financial Times, Gideon Rachman.