La vida austera de Köbrich, la mejor deportista chilena
Ostia, Italia. Kristel Köbrich entrena para su carrera de 5.000 metros en el Mundial, cuando se le acerca un funcionario del hotel donde alojaba. Debía pagar la cuenta, pero cuando fue a sacar dinero se dio cuenta de que no tenía ni un peso... Un préstamo de última hora, con llamados urgentes de por medio, la salvó de su incómoda situación. A los pocos días ella terminaba sexta, en la mejor actuación de la natación chilena en ese momento.
La "Alemana" sufre, pero lo hace en silencio... La mejor deportista del país y exclusiva carta olímpica arma ahora su mundo sin el respaldo de ADO Chile, organización con la que acaba de terminar un vínculo de tres años, luego de una dura discusión por recursos y potenciales auspicios. Se agotó Kristel, como el día en que pasó la vergüenza de no tener plata para cancelar su estadía.
En su círculo de amigos entregan más detalles. En enero de este año viajó a Santos, Brasil, a una competencia en aguas abiertas. Lo hizo con su dinero (800 dólares, aproximadamente) y logró que el hoy presidente de la Federación Internacional de Natación (Fina), el uruguayo Julio César Maglione, le facilitara gratuitamente una habitación y comida. "No le reconocen nada de todo lo que gastó de su propio bolsillo", explica un comunicado enviado por la deportista.
La nadadora es considerada como una mujer austera, que ahorra lo más que puede y que ni siquiera tiene un auto. "No se compra ropa, sólo lo justo y necesario. Es sencilla al máximo y, además, no sabe ni manejar", cuenta un deportista amigo.
¿En qué gasta?
Cuatrocientos mil pesos llegan mes a mes a la cuenta de Kristel Köbrich. Es el pago de Chiledeportes, por su medalla de oro Odesur. Antes eran $ 600 mil, pero una mala presentación en un Panamericano la hizo bajar de categoría. "Es lo justo", dijo en su momento.
Tanta austeridad tiene explicación, pues buena parte de lo que gana por la beca Proddar lo destina a su técnico argentino, Daniel Garimaldi, quien por una módica suma le abrió las puertas de su casa en Córdoba y le dedica tiempo completo para entrenarla. Y de eso ya seis años...
Su nueva especialidad en aguas abiertas le abrió una puerta que no buscaba, pues una presentación le puede signficar no sólo una medalla, sino que también dos mil dólares. ¿De dónde más saca? El próximo mes parte a Brasil, donde fue contratada para el torneo local por Corinthians.
El sacrificio no sólo es monetario, sino que también físico: para aprovechar la piscina vacía, se levanta a las 3.45. Por lo general, a las 20 horas ya está durmiendo.
Hoy, Köbrich levanta la mano para que un empresario se decida a financiar su carrera, la misma que por culpas ajenas o propias la separaron del camino de ADO.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.