Dilma Rousseff quiere volver a la primera línea política, pero no como jefa de Estado. "No seré candidata a Presidente de la República, si es la pregunta. Ahora, la actividad política nunca voy a dejarla (…). No descarto la posibilidad de una candidatura para cargos como senadora o diputada", dijo en una entrevista con France Presse en marzo, seis meses después de ser destituida por el Congreso, bajo la acusación de adulterar las cuentas públicas.

Hoy, a un año de que el Senado votara por su alejamiento definitivo del cargo, Rousseff luce más relajada que cuando estaba en el poder. Establecida en el barrio Tristeza, en Porto Alegre, la ex mandataria mantiene una apretada agenda, que además de conferencias en Europa y EE.UU., incluye giras por el interior de Brasil para denunciar el "golpe parlamentario" en su contra y la gestión de su sucesor en el cargo. "Ella ha viajado por el país y fuera de Brasil, denunciando las medidas impopulares del gobierno de Michel Temer", relata a La Tercera Olímpio Cruz Neto, ex secretario de prensa de la petista en el Palacio de Planalto.

La semana pasada Rousseff se unió a la gira de tres semanas que el ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva realiza por Brasil. Se trata, según Reuters, del lanzamiento extraoficial de una posible campaña del líder del PT para las elecciones presidenciales de 2018. El nombre de Dilma estuvo presente en los discursos de Lula en las 13 ciudades ya recorridas, aseguró el portal Rede Brasil Atual.

Pero además del primer aniversario del impeachment, también está cerca de cumplir un año el recurso presentado al Supremo Tribunal Federal (STF) el 29 de septiembre de 2016. La acción firmada por el ex ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, pide la anulación de la condena por crimen de responsabilidad que pesa sobre Rousseff. Movimientos por la anulación del impeachment intentan recoger firmas para enviarlas al Supremo y pedir mayor celeridad en la revisión del caso.

Paralelamente, la revista Istoé informó que la Cámara de Combate a la Corrupción del Ministerio Público Federal determinó la reapertura de investigaciones criminales sobre las "bicicletas fiscales" del gobierno de Rousseff, que motivaron el pedido de impeachment. El caso será ahora reenviado a la Fiscalía de la República en el Distrito Federal - unidad del MPF que actúa en primera instancia- para que un nuevo fiscal conduzca las investigaciones.

Corroborando sus dichos a France Presse, Rousseff parece lejos de alejarse de la vida política. Ello, porque la petista habría resuelto ser candidata a diputada federal en apoyo a Lula, aseguró el diario Correio do Brasil. Según adelantó el periodista Hélio Fernandes, editor del diario online Tribuna da Imprensa, Dilma aún no habría decidido si concurre por el PT de Río Grande do Sul, de Río de Janeiro o de Brasilia. La revista Veja, en tanto, señaló que los gobernadores Flavio Dino, del PCdoB (Maranhão), y Wellington Dias, del PT (Piauí), la habrían invitado a cambiar su domicilio electoral a sus estados para así disputar una vacante al Senado.

"Sobre las candidaturas futuras o eventuales, aún nada está decidido", aclara Cruz Neto. Con todo, el PT ya ha encargado encuestas para identificar el potencial electoral de la ex Presidenta.

¿Profesora?

Al margen de la actividad política, Rousseff también ha sido tentada para dictar clases. A mediados de julio, el diputado federal del PT por Santa Catarina, Pedro Uczai, lanzó un curso de posgrado dictado por el Instituto Dom José Gomes, en conjunto con la U. Federal de la Frontera Sur y la Fundación Perseu Abramo, que tendría entre sus docentes a la ex mandataria.

Denominado "La izquierda del siglo XXI", el curso tiene como objetivo "movilizar grandes referencias teóricas y líderes políticos de izquierda de Brasil y América Latina para compartir conocimiento y profundizar la reflexión sobre el futuro de la izquierda en el siglo XXI" y "proporcionar una formación política e ideológica, calificada y profundizada", según sus promotores. Varios referentes de izquierda figuran entre los docentes del posgrado, entre ellos Walter Pomar, Emir Sader, Celso Amorim y Leonardo Boff.