La dupla del ganador de dos Oscar por Mejor cinta animada con Los Increíbles (2004) y Ratatouille (2007), Brad Bird, y el co-creador de Lost y guionista de Prometeus (2012) y Guerra mundial Z (2013), Damon Lindelof, estrena el jueves Tomorrowland, cinta protagonizada por George Clooney, Britt Robertson y Hugh Laurie que se inspiró en lo que para Walt Disney debía ser el hábitat ideal para las personas.
Disney fue un visionario del cine que generó adelantos para, por ejemplo, mostrar Blancanieves con 24 cuadros por segundo, una tecnología impensada para 1937. Además, era un hombre obsesionado con el futuro y sus avances tecnológicos, al nivel de querer crear lo que él llamaba Comunidad prototipo experimental del mañana (E.P.C.O.T por sus sigla en inglés), un proyecto que distaba de lo que terminó siendo Epcot Center, parte del parque Disney world que se inauguró en Florida tras su muerte y sólo para entretener. El E.P.C.O.T. original, según Disney dijo en un video explicativo grabado en octubre de 1966, pocas semanas antes de su muerte, era el proyecto "más emocionante y desafiante que hayamos encarado en Walt Disney Productions".
Un hermoso mañana
Y cuando Disney dijo "un hermoso mañana está a un sueño de distancia. Eso significa que vamos a ir a otros lugares. Hay progreso adelante", no se trataba de palabras vacías, sino de un real afán de usarla más allá de Tomorrowland, la sección sobre el futuro de sus parques temáticos. Una idea que vio la luz en 1956, pero de la cual Disney sabía que eran atracciones "diseñadas para dar una oportunidad de participar en actividades que son el plano viviente de nuestro futuro", pero que no tuvo mayor trascendencia en el mundo real.
Y era en el plano práctico al que Disney quería llevar sus ideas y las de su grupo de ingenieros, diseñadores y arquitectos de WED Enterprises -sigla para Walt Elias Disney-, quienes se especializaban en la planificación urbana de la ciudad del futuro, con un sistema de transporte de alta velocidad y la tecnología que usarían para facilitar la vida diaria. Un lugar que, idealmente, atraería el aporte de la empresa privada para conseguir su objetivo. Debía ser una "comunidad del mañana que jamás será terminada, sino que siempre estará presentando, probando y demostrando nuevos sistemas", comentó en el video.
De hecho, Disney aseguraba que E.P.C.O.T era "la parte más importante y el corazón de Disney World", no así el parque de entretención que tomó su lugar. Por eso, desde 1962 y hasta su muerte trabajó para desarrollar una especie de maqueta hecha realidad de cómo debían ser las ciudades estadounidenses: lugares en que la tecnología ayudara a las personas a vivir en lugares más eficientes y seguros. "Pues no hay nada más importante que encontrar soluciones para los problemas de nuestras ciudades", aseguraba Disney. Lamentablemente, el proyecto no se concretó. Pero, claramente, tampoco fue olvidado.