"Estamos empeñados en diseñar una primera etapa, que es de preparación, como un tiempo de escucha. Queremos que sea la misma Iglesia, en sus bases, la que nos ayude a definir los contenidos espirituales y pastorales de la visita papal", dice Cristián Contreras, obispo de Melipilla y secretario general de la Conferencia Episcopal (Cech).
El prelado habla con diplomacia. Es cauto. Pero también metódico. Y desde que fue designado para encabezar la comisión preparatoria del viaje de Francisco a Chile, en 2016, no ha parado de mover sus piezas.
Será la tercera visita del Santo Padre a Sudamérica. En julio de 2013 estuvo en Brasil, en la Jornada Mundial de Juventud. Y este julio aterrizará en Bolivia, Paraguay y Ecuador.
"Estamos trabajando, desde la secretaría general de la Cech, con las áreas pastorales y los organismos del Episcopado. Como no contamos oficialmente con la confirmación ni con una eventual fecha, hasta ahora es un caminar en vista del anuncio que el mismo Papa Francisco realizó en su viaje de regreso a Roma, desde Filipinas, y que ratificó el Canciller. Hay cosas que se pueden pensar para no improvisar, llegado el momento del esperado anuncio oficial", subraya Contreras.
En cuanto a fechas, adelanta que "es poco probable que sea antes del verano europeo (junio a septiembre). Pero hasta el momento, son sólo intuiciones y conjeturas".
Teatinos 180
El tema avanza. En el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmaron que este miércoles, al mediodía, el Nuncio Apostólico, Ivo Scapolo, llegó hasta el edificio de Teatinos 180 y se reunió -sin prensa- con el Canciller Heraldo Muñoz. Hablaron sobre temas "internos", se dijo.
Un paso importante en la visita del Sumo Pontífice ya lo había dado el propio ministro Muñoz, el pasado 6 de mayo, cuando se reunió en Roma con el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, y el Secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.
Muñoz y Parolin "conversaron del viaje que Su Santidad hará a Chile el próximo año", indicó un comunicado difundido por la Cancillería. También prepararon la visita que en junio próximo realizará a Roma la presidenta Michelle Bachelet, en la cual se reunirá con el Papa.
En 1987, para la visita de Juan Pablo II, la Cech formó una comisión especial, integrada por cinco miembros: Alberto Etchegaray, Javier Luis Egaña, Cristián Precht, el obispo Francisco Cox y el sacerdote jesuita Fernando Montes.
"Era un momento histórico y político muy diferente, pero la masividad que genera un evento así no tiene comparación. Siempre se trabaja, al menos, con un año de anticipación", comenta Egaña.
El resguardo para Juan Pablo II fue dado por cerca de 12 mil Carabineros y 15 mil voluntarios católicos. De todas formas, hay detalles que no cambian. En el Episcopado confirman que el Papamóvil (aquel vehículo con vidrios en el que se desplaza) sigue siendo necesario. Lo mismo que la composición de un himno (el recordado "Mensajero de la vida", de 1987, fue creación de Eugenio Rengifo, de Los Huasos de Algarrobal) y las vallas papales, para ordenar y contener a los fieles.
Erick Barrera, dueño de la empresa Vallas Papales Chile, asegura que "hemos tenido reuniones con Carabineros para analizar la eventual compra y arriendo de estos equipos". En la policía confirmaron que efectivamente se ha cotizado equipo, pero no sólo por el Papa, sino también por la Copa América, que comienza el 11 de junio.
En cuanto a la señal televisiva, el obispo Cristián Contreras destaca que "en las comunicaciones, que serán coordinadas desde la Oficina de Prensa del Episcopado, también estamos conversando con personas especialistas en ese ámbito y con conocimiento de la vida eclesial".
El mismo prelado ha subrayado que, actualmente, las visitas del Papa no suelen exceder los tres días. Respecto de los lugares que visitará, indica que "nos han llegado preguntas y propuestas sin exigencias de ningún tipo, y con gran generosidad de ánimo y disponibilidad para servir al bien común de la comunidad. Por ahora es temprano para informar quiénes, cómo y cuándo tomarán decisiones. Después, fecha en mano, podremos preparar una propuesta de agenda para el Santo Padre, que es quien finalmente decide, junto a sus colaboradores, los viajes apostólicos".
Lo mismo corre para los requerimientos de la Santa Sede en cuanto a hospedaje, alimentación y temas domésticos. Contreras asegura que "hasta el momento, no se ha recibido nada. Pero, ciertamente, está en la memoria la visita del Papa Juan Pablo II, en 1987".