Si el ciclismo tiene un "Forrest Gump", ése es el australiano Adam Hansen (Lotto), ganador en solitario en Cangas do Morrazo, en una jornada previa al examen final de la Vuelta a España en los Ancares, que mantuvo a Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) con la tricota roja, a la expectativa de la anunciada gran batalla.

Premio para Hansen, de 33 años, el hombre récord con 10 grandes vueltas consecutivas, que sacó provecho a su atrevimiento. Rompió el pronóstico y le quitó la "manita" a Degenkolb, confiado él en igualar su marca de 2012.

La clave fue un ataque a 4 kilómetros de meta del ciclista de la Costa de Oro australiana.

Un puñado de segundos los transformó en oro. Su segunda victoria, que une a la del Giro 2013. Empezó en Salvaterra do Miño tan tranquilo. Fue haciendo globos con los tres chicles que se metió en el maillot. Y luego explotó en Cangas do Morrazo con la victoria más dulce de su carrera.

Día de tregua para los favoritos, que velaron armas ante la última y definitiva batalla en los Ancares, que será a doble o nada para los aspirantes al podio. Contador llega de líder, con dolor de piernas, como todos, pero dispuesto a gestionar su renta de 1'19'' sobre Chris Froome, y de 1'32'' respecto a Alejandro Valverde.

"En un puerto como Ancares, con un mal día, esta ventaja podría no ser suficiente", dijo el ciclista madrileño. Su rival directo será Froome, listo para quemar su último cartucho, e incluso por si hubiera opción en la pequeña cronometrada final en Santiago.

Tras muchos intentos de salida la jornada costera se formó en el kilómetro 25 con el francés Mangel (Francaise) y los holandeses Poels (Omega) y Ligthart (Lotto), ambos cuñados. Las opciones fueron nulas desde el principio, ya que el Giant Shimano soñaba con la quinta victoria de Degenkolb.

El trío coronó el Alto do Monte da Groba (puerto de 2ª categoría), la primera dificultad del recorrido, con 3 minutos de ventaja, pero a partir de la cima la aventura se fue diluyendo, ya que se aproximaban al punto clave del recorrido, y el Orica de Matthews también olía el triunfo en Cangas do Morrazo.

En el Monte Faro (2ª categoría), a 15 de meta, con 4,7 kilómetros de ascenso al 7 por ciento, empezó la otra etapa. El kazako Lutsenko (Astana) se encaramó a la cima en cabeza, pero no fue lejos, ya que el Sky de Froome hizo un ejercicio de control, sin agresión alguna, que no dio opción hasta el momento de nadar y guardar la ropa.

Eso sí, con susto tremendo para la escuadra británica por la caída del italiano Cataldo en el descenso. Tumbado inmóvil al borde de la carretera la imagen no pintaba nada bien, pero finalmente entró en meta subido en la bicicleta.

Apareció "Forrest Gump", con cuatro rivales. Todo o nada. El grupo tardó en reaccionar. Suficiente para el australiano, que aprovechó el regalo para estrenarse en Cangas, en pleno corazón de las Rías Baixas, flanqueado por las Islas Cíes y las Islas Ons.

Es decir, un escenario paradisíaco el que eligió Hansen para firmar su hazaña. Aún le quedaban chicles, y ganas de hacer globos. En dos días tendrá 3 Tours, 3 Giros y 4 Vueltas consecutivas. No para, como Tom Hanks en aquella película.

Mañana se disputa la vigésima etapa, entre Santo Estevo de Ribas de Sil y Puerto de Ancares, de 185 kilómetros.