Michael Ríos no ha tenido una carrera fácil. Forjado en uno de los barrios más vulnerables de Santiago, en la población José María Caro en la comuna de Lo Espejo, tuvo que dar antes de empezar su figuración, como se dice en el medio futbolístico, "la vuelta larga".
Pese a que el jugador de 29 años ha destacado siempre por su entrega y despliegue físico, en todos los equipos ha tenido que batallar más que el resto para hacerse con una camiseta de titular.
De hecho, en 2005, antes de su estreno en Primera División, su carrera estuvo a punto de truncarse luego de que, tras su arribo a la banca microbusera, Ivo Basay le anunciara que no estaba en sus planes. El propio Ríos reconocería más tarde que, luego de ese episodio, evaluó no seguir jugando fútbol de manera profesional.
No obstante, y luego de pasar por Trasandino de Los Andes y San Marcos de Arica en el ascenso, en 2009 llegaría su estreno en la máxima categoría del fútbol chileno, nuevamente vistiendo la camiseta de Santiago Morning. Con el equipo de la V negra, y lejos de la figuración mediática, sumó buenas campañas, lo que despertó el interés de Universidad Católica y Universidad de Chile. Sin embargo, la operación terminó cayéndose y el jugador finalmente firmó por Deportes Iquique, equipo que depositó en él su confianza y adquirió su pase.
En 2011, con los Dragones Celestes, mantuvo una regularidad que le valió, ahora sí, su llegada a San Carlos de Apoquindo a comienzos de 2012. Ahí, eso sí, a pesar de que comenzó siendo estelar, nunca logró, en tres años, consagrarse como indiscutido del club.
El factor Salas
Todo cambió con la llegada de Mario Salas a la banca cruzada. Con él fue titular desde el comienzo y, hasta ahora, ha actuado en 10 de los 13 partidos que han jugado los estudiantiles en el torneo (ocho como titular) y, además, ha crecido en el que era, hasta ahora, su faceta menos explotada: el gol.
Durante el presente campeonato, suma seis tantos, por lo que la actual temporada ya es la más goleadora de su carrera y, lentamente, comienza a convertirse en uno de los jugadores símbolos del actual plantel estudiantil. La ovación tras la caída en el clásico ante la U, donde convirtió dos goles, así lo confirma.
Con el ex técnico de Huachipato en la banca cruzada, Ríos varió incluso su posición. Hasta ahora, la mayoría de los directores técnicos lo había utilizado como lateral derecho o como volante mixto centralizado, sin embargo, Salas le vio potencial para actuar más adelantado, en la línea de tres volantes ofensivos pegado a la banda derecha. Una demarcación que le ha permitido tener mayor incidencia en la culminación de las jugadas y, por ende, estar más cerca del arco rival. Allí, encontró su aparente consagración.
"La posición en la que me ha utilizado Mario Salas me gusta mucho. Me hace sentir muy cómodo y creo que lo he hecho bien. El profe es un excelente profesional. Hace sentir a gusto a todos y eso ayuda para el aumento de la confianza", asegura el jugador.
Sobre su nuevo rol -con sus seis anotaciones es el segundo jugador de mayor aporte goleador después de Mark González (8) en la presente campaña- prefiere la mesura y, como siempre en su carrera, la humildad. "Estoy viviendo un momento lindo. Me siento muy bien y las cosas me están saliendo de buena manera. Sin embargo, lo único que importa es el presente del equipo en el torneo. Es importante sumar en lo individual, pero no sirve si las cosas no se dan para el equipo", dice quien, una vez más, es seguido por la U.
"Al final del torneo se verá qué pasa", dice el futbolista, mientras el propio Salas no lo coarta y asegura: "Todos tienen derecho a tener ambiciones y a aspirar a más. No tengo problema con eso. El jugador es el único que puede tomar decisiones sobre su futuro, pero debe hacerlo en su debido momento".
Ríos, quien parece haber llegado a un punto de no retorno en su carrera, volvería a ser titular hoy pese a arrastrar molestias físicas y aunque cree que hay que "mantener los pies sobre la tierra", incluso se ilusiona con la selección: "Es el sueño de todos. Sé que la única forma para aspirar a una oportunidad es seguir entregándome por entero. Y es lo que pienso seguir haciendo".