Las 18 naciones que usan el euro están en el séptimo año de una década económica perdida cuyo fin no está a la vista.

Las cosas, sin embargo, no van a estar tan mal como en Japón, que sigue con dificultades para salir de un período de deflación y recesión que lleva quince años, dicen analistas de ING Groep NV y la sociedad de bolsa, Pavilion Global Markets Ltd.

"Dudamos de que la zona euro, su moneda y sus acciones repitan la experiencia japonesa posterior a 1990", dijo Alex Bellefleur, estratega mundial Macro de Pavilion de Montreal en un informe del 17 de junio.

Esta opinión sirve para refutar a los economistas de Morgan Stanley y JPMorgan Chase, quienes advierten que la zona euro podría reeditar la situación de Japón si el Banco Central Europeo (BCE) y los gobiernos no dan más estímulo monetario y fiscal.

Sin duda, hay similitudes entre Japón y Europa: un crecimiento deslucido, bancos reacios a dar préstamos, poblaciones que envejecen, monedas que se han vuelto poco competitivas por los superávit de cuenta corriente y críticas a las autoridades del banco central por haber sido demasiado tímidas.

No obstante, las diferencias superan a los paralelos, de acuerdo con los informes de Bellefleur y el economista de ING, Martin van Vliet.

El mayor contraste es la magnitud de los shocks de demanda, dijo Bellefleur.

Esto significa que, aunque lento, el BCE reccionó más rápido que el Banco de Japón en la década de 1990.


Bancos Europeos

Europa también fue más veloz en apuntalar a sus bancos, en opinión de Bellefleur.

Japón tardó una década en darse cuenta del alcance de los préstamos con problemas de recuperación de la industria y comenzar a pasarlos a pérdida. En cambio, los países periféricos de Europa ya han actuado. Las instituciones de préstamo de la zona euro también han captado capital en los mercados accionarios, salida que, en general, estuvo bloqueada para los bancos japoneses.

Los balances de las compañías europeas están en mejor situación y sus firmas están más abocadas a maximizar las ganancias que sus rivales japoneses y, por lo tanto, tienen más probabilidades de evitar la caída que sufrieron las acciones japonesas, explicó Bellefleur.

Si bien el índice Euro Stoxx 50 está 25% por debajo de su nivel de comienzos de 2008, el Promedio Accionario Nikkei 225 sigue un 60% por debajo de su 'peak' de 1989.

Van Vliet se hace eco de este análisis en Amsterdam. Señala que la economía de Europa está en recuperación, si bien es cierto que ésta es lenta. No está estancada en una recesión deflacionaria como lo estuvo Japón y su población envejece de manera menos marcada.

Otra diferencia clave es que Europa está más abierta al comercio exterior con exportaciones que llegaron al 27,1% del Producto Interno Bruto en 2013 frente a un 16,2% en el caso de Japón, según ING.

"Dicho esto, la complacencia debe evitarse", dijo van Vliet.

"Si la deflación realmente ha sido evitada, se va a necesitar un período prolongado de tasas de interés super-bajas y quizá más flexibilización del BCE", acotó.