El lago Llanquihue, una de las mayores atracciones turísticas de la X Región, también evidencia los avances de la sequía en la zona. A la fecha ha bajado su nivel hasta el punto que su playa se ha expandido 20 metros lineales hacia el interior.

Según el monitoreo de la Dirección Regional de Obras Hidráulicas, hay un 70% de déficit de lluvia en Los Lagos, lo que ha redundado en una compleja situación, que afecta directamente los caudales de los ríos y los niveles de todos  los lagos que existen en esta región.

Para los alcaldes de la cuenca del lago, esta es una grave situación que no se había visto en décadas. Según el edil de Frutillar, Ramón Espinoza,  "las zonas inundables del teatro del lago, por ejemplo, están secas, y esas se habían construido precisamente bajo el agua".

Javier Vidal, director regional de Obras Hidráulicas, explica que las lluvias son un elemento clave en esta zona en términos de recarga de las cuencas y los ríos. "Por eso, cuando hay un déficit de esta magnitud, lo que podemos esperar es que los cuerpos de agua disminuyan en relación a los déficit del agua caída", precisó Vidal.

En Puerto Octay también han visto como el agua del lago ha ido retrocediendo. El alcalde, Carlos Mancilla, señala que hay estudios que indican que las aguas no están logrando cumplir con el ciclo de flujo en forma natural y normal, "lo que por cierto podría traer contaminación al mismo lago, y perjudicar las labores agrícolas de la temporada primavera verano".

Jorge Weil, presidente de la Junta de Vecinos de Frutillar y académico de la U. de Los Lagos, explica que los niveles de deshielo de los volcanes cuyas aguas llegan a los lagos son poco incidentes. "Aquí simplemente no hay un gran afluente que lo nutra y regule, por tanto el lago Llanquihue requiere que primero llueva para que sean penetradas las capas de la tierra y, posteriormente, estas aguas lleguen por las vertientes hacia el lago".

Otro punto turístico que también se ha visto afectado son los Saltos del Petrohué, río abajo del Lago Todos Los Santos, cuyo nivel de caudal y ha caído drásticamente. Lo mismo ocurre con los niveles de otros lagos de la zona, como el Chapo, y los ríos Puelo y  Futaleufú, en la provincia de Palena, cuyos  afluentes que alimentan este río, están quedando secos. Lo mismo ocurre con el lago Yelcho (Palena), donde el vecino Fernando Huenupán, quien reside a orillas de este lago, advierte que "ahora el Yelcho tiene islas que antes no tenía".