Caminando desde el Paseo Bulnes hacia el sur, como si viniera desde La Moneda, Ricardo Lagos dobló en calle Tarapacá y entró al Teatro Normandie para ser proclamado como el candidato presidencial del PPD. El ex mandatario ingresó al recinto a las 13.18, rodeado de un grupo de jóvenes adherentes que portaban diversas banderas, como la del PS y una con la leyenda "Ciudadanos por Lagos". Adentro de un cine caluroso y hacinado lo esperaba el consejo nacional de su partido, que ya había confirmado su decisión en la urna: de los 186 votos emitidos, el ex presidente obtuvo 158, mientras que su rival, el diputado Jorge Tarud, solo logró 13 preferencias. Otros 15 consejeros votaron nulo.

"Yo soy un militante disciplinado, pero quiero decirles que hoy las órdenes de partido para votar de tal o cual manera importan muy poco, porque el voto es secreto", dijo Tarud, poniendo en duda su apoyo al vencedor de los comicios.

El acto de proclamación que vino después contó con la presencia de la gran mayoría de los parlamentarios PPD, cuatro de sus ministros (Rodrigo Valdés, Nicolás Eyzaguirre, Adriana Delpiano y Heraldo Muñoz) y una importante delegación socialista, que tuvo en los senadores Fulvio Rossi y Carlos Montes, y el diputado Juan Luis Castro a sus rostros más reconocidos.

El apoyo PS se hizo más evidente cuando se exhibió un video en el que diversas figuras se comprometían a trabajar por Lagos. En él se pudo ver, además, a los senadores Rabindranath Quinteros y Juan Pablo Letelier; a los diputados Fidel Espinoza y Marcelo Schilling, además de otros dirigentes emblemáticos, como Camilo Escalona y el embajador de Chile en México, Ricardo Núñez. Esta importante presencia socialista pone presión sobre el comité central del PS, que se reunirá el próximo sábado 21 de enero para delinear el itinerario de su propia definición presidencial.

"Son los dirigentes PS los que tienen que decidir, pero siempre es mejor que la gente se sume lo antes posible", expresó otro socialista, el generalísimo de la campaña laguista, Máximo Pacheco.

Discurso continuista

Las palabras de Lagos también fueron significativas en su búsqueda por sumar el apoyo socialista y por darle una seguridad programática al ala más progresista de la Nueva Mayoría. Luego de las palabras de Gonzalo Navarrete, presidente del PPD, Lagos emitió un discurso de casi 50 minutos, en el que defendió las decisiones tomadas durante su gobierno, pero en el que también envió varias señales de continuidad y -en algunos casos- profundización de la obra de la actual gestión de Michelle Bachelet y la Nueva Mayoría. "Sé lo que es fracasar, por eso mismo sé lo que es ponerse de pie y aprender de los errores. El tiempo me ha enseñado a hacer las cosas mejor", dijo Lagos.

Durante su intervención planteó cinco desafíos clave para el próximo gobierno: resolver la crisis de confianza, aumentar la participación ciudadana, retomar el crecimiento económico, defender el rol del Estado y aumentar las libertades individuales, a través de la legalización del aborto en tres causales y el matrimonio igualitario. Posteriormente, el ex jefe de Estado dio a conocer sus 10 propuestas principales para enfrentar estos desafíos (ver nota secundaria). En varias de ellas se vislumbra una coincidencia con las reformas impulsadas por Bachelet, en especial respecto de una eventual reforma al sistema previsional, la titularidad sindical (una batalla perdida por el gobierno en el Tribunal Constitucional) y la transformación de la educación técnica, que se construiría sobre la base del proceso de gratuidad iniciado en este gobierno.

Lagos también le dio a su discurso un tono de unidad, en el que resaltó los logros del progresismo, pero también destacó el aporte del "pensamiento humanista laico y cristiano", como un guiño a la DC. "Los progresistas solo hemos avanzado cuando hemos estado unidos. Hoy parece más difícil que nunca, pero depende de nosotros hacerlo posible de nuevo", expresó.

El ex mandatario también aprovechó de criticar a la derecha por sacar "cálculos electorales" al vincular inmigración con delincuencia y por respaldar un modelo que "murió con la crisis financiera de 2008". También apuntó directamente a Sebastián Piñera: "Lo mínimo es que los candidatos no presenten conflictos de interés. El candidato de la derecha tiene esta tarea pendiente".

Sobre el final, Lagos fue interrumpido por Miguel Angel Rendón, padre de un joven que fue atacado por brigadistas políticos. "Ya lo escuché, señor. Tengo buen oído", respondió. La protesta no impidió que Lagos fuera despedido con entusiasmo por sus partidarios y se fuera del teatro manejando su propio auto junto a su esposa, Luisa Durán.

Desde su comando adelantan que seguirá en terreno lo que queda de enero y que le darán énfasis a temas como migración y salud, con la tarea inmediata de recortar la ventaja de Alejandro Guillier en las encuestas.

"Aquellos que piensan que fuera del PPD hay otra opción más competitiva, bien, pero si nosotros no tenemos un liderazgo propio, no vamos a ser parte de las definiciones centrales. Y nosotros no somos la cola de nadie", dijo el presidente del PPD, Gonzalo Navarrete.