En Estados Unidos son conocidas como "tear-jerkers". Aquí en Chile, la traducción sería películas lacrimógenas, de esas que utilizan todos los recursos posibles en su trama para hacer llorar al espectador. Muchas veces son criticadas y catalogadas más de manipuladoras que de profundas, pero también suelen transformarse en éxitos de taquilla. Películas como Diarios de una pasión o Cadena de favores entran en esa categoría, y esta semana llega a las salas locales el más reciente estreno del género: Si decido quedarme, protagonizada por una de las adolescentes más exitosas de Hollywood, Chloë Grace Moretz.

La joven, de 17 años, que saltó a la fama con Kick-Ass (2010), interpreta a Mia, una adolescente a punto de iniciar sus estudios universitarios, que sufre un accidente automovilístico donde muere toda su familia, y ella queda en estado de coma. Mientras, su alma llega a un limbo, donde repasando su vida, debe decidir si volver al mundo real a seguir viviendo con su novio, o aceptar su muerte y reunirse con sus seres queridos.

Si bien la cinta ha recibido críticas dispares, la presencia de una figura como Moretz viene a confirmar una tendencia del cine juvenil este 2014: Si no es con las heroínas de sagas de acción, las películas lacrimógenas vienen a ser la otra técnica de Hollywood este año para atraer al público adolescente. Su bajo presupuesto, y actrices de arrastre dentro de los jóvenes parece ser la técnica para intentar garantizar un éxito de taquilla.

El caso más emblemático de este año es Bajo la misma estrella, el drama romántico sobre dos adolescentes con cáncer que con apenas 12 millones de dólares de presupuesto reunió más de 217 millones de dólares a nivel mundial. No sólo es uno de los mayores éxitos de taquilla del año, sino también una de las películas más comentadas, consolidando a la actriz Shailene Woodley (22) como ídolo juvenil.

No sólo el melodrama resulta lucrativo para los estudios cinematográficos al minuto de atraer a este grupo etario. La fórmula de las sagas de aventura y acción también ha resultado triunfante este año, con el estreno de Divergente, protagonizada por la misma Woodley, que recaudó más de 274 millones de dólares, y que ya tiene tres secuelas previstas para los próximos años.

Los juegos del hambre, con Jennifer Lawrence (24), que con sus dos primeras partes ya ha recibido un billón y medio de dólares, todavía tiene por estrenar la adaptación del último libro de la trilogía de Suzanne Collins, el cual fue dividido en dos películas para maximizar las ganancias del fenómeno, con la primera de estas estrenándose el 20 de noviembre.

El presupuesto de 11 millones de dólares de Si decido quedarme y la presencia de Moretz podrían facilitar que Hollywood siga expandiendo su fórmula para apelar al público juvenil.