El estadounidense Lance Armstrong, sancionado de vida por dopaje y despojado por la misma razón de los siete Tour de Francia que ganó, aseguró que es imposible ganar la tradicional prueba francesa sin doparse.

En la previa del inicio de la edición número 100, Armstrong declaró al diario francés Le Monde que es "imposible ganar el Tour de Francia sin dopaje... Yo no inventé el dopaje. Y tampoco terminó conmigo. Yo simplemente tomé parte en el sistema".

Armstrong, de 41 años, admitió en enero haberse dopado para conquistar los siete Tour de France (1999-2005).

Y además, en la entrevista aseguró que "grandes clubes de fútbol" implicados en el caso de dopaje en España donde la jueza dictaminó que las pruebas incautadas, entre ellas más de 200 bolsas de sangre de clientes del polémico médico Eufemiano Fuentes, debían ser destruidas.