El jueves de esta semana, un cohete Falcon 9 de Space X tiene como misión poner en órbita el satélite de telecomunicaciones SES-10. No es algo nuevo, los cohetes de Space X llevan bastante tiempo trabajando tanto con entidades privadas como con instituciones gubernamentales.
Para cada misión, ya sea de la NASA, Space X o cualquier otro, se construye un cohete nuevo. Esto se debe a que cada nave que viaja al espacio, se destruye durante la vuelta o cae al océano, perdiendo todo el material e infraestructura.
Sin embargo, esta no es la primera vez que este Falcon 9 en particular viaja al hace al espacio: en abril de 2016, viajó a la Estación Espacial Internacional para entregar una capsula Dragon llena de suministros.
La compañía de Elon Mosk lleva más de cinco años trabajando en lograr recuperar los cohetes que lanzan al espacio. "Si podemos descifrar como rehusar cohetes tan efectivamente como con los aviones, el costo de acceso al espacio se reducirá. Un vehículo completamente reutilizable nunca se ha hecho antes. Ese es el descubrimiento fundamental necesario para revolucionar el acceso al espacio", reflexiona Mosk en la página web de Space X.
https://twitter.com/SpaceX/status/846428353435332608?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fes.gizmodo.com%2Fajax%2Finset%2Fiframe%3Fid%3Dtwitter-846428353435332608%26autosize%3D1
Y la compañía dio con su primer logro el año pasado, cuando logró que este Falcon 9 aterrizara en una barcaza y no en el océano. Y si bien el cohete no está intacto ni con las mismas características que antes del lanzamiento, si gran parte de el podrá ser reutilizado en una nueva misión.
La barcaza fue el primer paso, que llevo a Space X a comenzar a preparar todo para el segundo lanzamiento del cohete, que de ser exitoso, significará un vuelvo revolucionario dentro de ciencia espacial y los viajes al espacio.
Esto porque, como explicaba Mosk, reduciría en millones los gastos que genera una misión espacial. Y comenzará, de a poco, a democratizar y masificar el sueño de viajar al espacio.