Durante una entrevista concedida el año pasado en un restaurante de Los Angeles, en California, William Friedkin nombró repetidas veces a los tres cineastas que más lo habían influido en su vida: David Wark Griffith, Orson Welles y Jean-Luc Godard. Eran las cuatro de la tarde y en el local, aparte de Friedkin y el periodista con su grabadora, sólo había dos chicas sentadas en la mesa de al lado. No tenían la más remota idea de quién era el entrevistado, pero venían de ver una película y querían hablar de cine.

El director de El exorcista les preguntó por Griffith, Welles y Godard. Una, con problemas, reconoció al segundo y dijo que había dirigido Rosebud. "Ciudadano Kane" la corrigió Friedkin, consciente de que la muchacha confundió el título del filme de Welles con las últimas palabras del protagonista. En el acto, quiso saber si sabían de El exorcista y la respuesta fue un enfático "Sí". ¿Por qué? "Porque me hizo pensar", respondió una muchacha. ¿En qué les hizo pensar? "En el demonio", agregó su compañera.

Los 40 años de El exorcista no se sienten demasiado. No al menos si aún provoca interés en el público promedio del cine, como al que se refiere Friedkin en la anécdota con que inicia su libro de memorias The Friedkin Connection, recientemente publicado en Estados Unidos.

Extractos de este mismo volumen de más de 500 páginas también vienen en la edición aniversario en blu-ray y dvd de El exorcista. Se trata de The Exorcist 40th Anniversary Extended Director's Cut, un estuche que contiene las dos versiones del filme y 18 extras, con fecha para venta el 3 de septiembre.

Seleccionada para su preservación por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, El exorcista es además uno de los 10 filmes más taquilleros de todos los tiempos y la primera cinta de horror en ser nominada al Oscar a Mejor Película. El largometraje de Friedkin, director que venía de ganar cinco Oscar en 1972 por Contacto en Francia, se estrenó en Nueva York el 19 de junio de 1973 y fue postulada a 10 estatuillas. Finalmente se llevó dos, entre ellos Mejor Guión para William Peter Blatty, el mismo hombre que en 1971 había escrito la novela homónima inspirado en un caso de 1949.

El exorcista, que junto a El bebé de Rosemary de Roman Polanski le dio credenciales de seriedad al género del horror, es la historia de Regan (Linda Blair), una muchacha de Washington D.C., hija de una estrella del cine, poseída por el demonio. Los intentos del experto padre Merrin (Max von Sydow) no bastan para liberarla del mal y debe ser el más joven, Karras (Jason Miller), un sacerdote lleno de dudas y culpas, quien haga el acto definitivo de exorcismo.

La cinta fue innovadora en muchos planos: los efectos sonoros se usaron para causar pánico en los momentos menos esperados, el maquillaje facial subió el estándar de lo que se venía haciendo hasta entonces y, lo que especialmente le importaba a Friedkin, era más que una cinta de horror. Era un filme con otra víctima: el padre Karras no tenía fe y las torturas físicas de Linda palidecían al lado de los padecimientos psicológicos de este sacerdote jesuita al borde de la locura,

Los agregados del blu-ray son generosos. Junto a las dos versiones del filme (la de 1973 y la del 2000, con 12 minutos extras) destacan los documentales Más allá del entendimiento: El exorcista de William Peter Blatty y Hablando del demonio. En el primero, el autor de la novela regresa a la cabaña del barrio de Encino donde escribió la historia y luego visita la Universidad de Georgetown, donde transcurren varios pasajes del filme.

El segundo contiene imágenes y documentos inéditos del sacerdote jesuita Eugene Gallagher, quien llevó a cabo un acto de exorcismo en la época en que Blatty escribió el libro. Gallagher, que nunca se quedó corto en palabras, habló bastante y seguido durante el estreno de El exorcista. Esta edición contiene esas declaraciones y sus historias de posesiones demoníacas.