El Ministerio del Interior, el Servicio Nacional de la Mujer, Sernam, el Servicio Nacional de Menores (Sename) y Carabineros lanzaron hoy una guía de apoyo para mejorar la coordinación de estas instituciones ante casos de femicidio. La guía describe las funciones de cada uno de los organismos ante estos casos y busca proteger y entregar atención especializada a las víctimas directas e indirectas de femicidio.

"Nuestras cuatro instituciones decidieron aunar esfuerzos para fortalecer la capacidad de respuesta, de cara a las víctimas indirectas del femicidio, especialmente niños, niñas y adolescentes, como también todo el círculo familiar y más cercano a los afectados", dijo el jefe del Programa de Apoyo a Víctimas del Ministerio del Interior, Gonzalo Fuenzalida.

Las cifras indican que la mayoría de las víctimas colaterales de femicidio son menores de edad. Durante 2011, los 40 femicidios registrados en el país dejaron como víctimas indirectas a 53 niños y adolescentes. En lo que va de 2012 se han registrado 9 femicidios y los niños y adolescentes víctimas colaterales de ellos llegan a 15.

Por su parte, la directora de Protección de la Familia de Carabineros, general Marcia Raimann, dijo que "nuestros efectivos, en cada rincón de Chile, son quienes deben realizar la primera acogida a las víctimas y sus familias, es decir, nos corresponde la misión de activar este circuito para llegar a los afectados con prontitud y efectividad".

En tanto, el Sernam es el organismo encargado de poner en marcha el apoyo psicológico y legal a los niños y adultos afectados por este delito, por lo que la ministra Carolina Schmidt llamó "especialmente a las mujeres afectadas por violencia intrafamiliar y a sus círculos más cercanos a denunciar de manera preventiva y no desistirse de los procedimientos. En la mayoría de los casos de femicidio, las víctimas nunca llegaron a sostener las denuncias contra sus agresores".

El rol del Sename también es fundamental en el proceso de atención cuando se produce un femicidio. Así lo señaló su director nacional, Rolando Melo, quien recordó que "en una situación tan dolorosa y dramática como ésta, muchas veces se olvida que puede haber niños que han sufrido en carne propia el trauma de la violencia dentro de sus hogares. Por eso la importancia de nuestra labor acogerlos, contenerlos y diagnosticar integralmente su estado y el de sus familias para derivarlos a un programa de reparación especializado, si es que fuera necesario".