El gobierno está preocupado por la fortaleza del peso frente al dólar, pero cree que el control de capitales no es el camino para contener el avance de la moneda local, dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
El peso chileno se acercaba hoy a niveles previos al plan de intervención cambiaria que inició en enero el Banco Central, el que ha tenido un efecto marginal y que se ha visto contrarrestado por la fortaleza del precio del cobre.
El Banco Central anunció su plan de intervención cuando el tipo de cambio se cotizaba a $465,5, con la intención de moderar la escalada del peso, que quita competitividad a las exportaciones locales.
Larraín dijo que el gobierno "sigue con interés y preocupación" la fortaleza del peso, pero que la aplicación de control de capitales, "no nos parece el camino a seguir", frente a la opinión de Sebastián Claro, consejero del Banco Central, quien se mostró abierto a esa posibilidad.
"No tenemos un antídoto completo contra una política (de Estados Unidos) que ha generado un aumento muy significativo de liquidez en dólares en el mundo. Es algo que viene de fuera de Chile, y nuestro país, junto con otros, son polo de atracción de capitales", agregó.
Larraín precisó que de las naciones que están sujetas al fuerte ingreso de capitales en América Latina, solamente Brasil ha aplicado un encaje al ingreso de capitales.
El ministro recordó que, adicionalmente al plan de intervención cambiaria por hasta US$12.000 millones del Banco Central, Hacienda colaborará con la reducción de US$750 millones en el gasto público de 2011 que, además de contener presiones inflacionarias, resta impulso a la demanda interna.