Ir en busca de la reelección al mando de RN. Ese fue el acuerdo que tomó la directiva de Carlos Larraín en el almuerzo que sostuvieron el lunes en la sede partidaria, según comentaron ayer algunos de los asistentes a dicha reunión.

El asunto fue zanjado tras una fuerte ofensiva lanzada el sábado pasado por una nueva disidencia interna, integrada por parlamentarios del sector más liberal del partido y varios funcionarios de gobierno.

Dicho grupo congregó a senadores como Lily Pérez y Alberto Espina; los alcaldes de Lo Barnechea y Vitacura, Felipe Guevara y Raúl Torrealba; el abogado y amigo de Presidente Sebastián Piñera, Carlos Zepeda; el abogado Alejandro Alvarez, cercano al ministro Rodrigo Hinzpeter, además de altos funcionarios de La Moneda, como la jefa del segundo piso, María Luisa Brahm, y el cientista político José Miguel Izquierdo.

Dicha cita terminó con críticas a la mesa de Larraín. Tanto los cuestionamientos como la asistencia de funcionarios de Palacio gatillaron una protesta de Larraín ante Piñera, realizada el lunes en La Moneda. El Mandatario, en todo caso, negó haber estado al tanto de la operación.

En ese contexto, el análisis realizado en la reunión de directiva del lunes apuntó a que Larraín debe esperar a que la polémica instalada por la nueva disidencia decante en términos públicos para comunicar su decisión de repostular. Aunque formalmente la fecha de las elecciones internas no ha sido zanjada, deberían realizarse en marzo o abril del próximo año.

De todas maneras, el timonel ya conversó ayer, en los pasillos del Congreso, con algunos diputados de RN, a quienes deslizó que la arremetida de la oposición interna sólo había logrado "convencerlo" de volver a competir.

En todo caso, consultado ayer por La Tercera, Larraín negó tener una definición tomada sobre este tema. Por su parte, en la disidencia dicen que presentarán su lista propia.

Ofensiva

En paralelo, la molestia de la directiva se vio reflejada en las palabras del vicepresidente de RN y alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón, quien criticó duramente la participación de funcionarios de La Moneda en el encuentro del sábado.

"Gente muy cercana al Presidente Piñera usó herramientas, horarios de oficina y cosas de La Moneda para organizar esto", dijo el edil en La Segunda.

Ossandón añadió que había correos electrónicos y que el asesor del segundo piso José Miguel Izquierdo "llamaba por teléfono para convocar a las personas". Contactado por La Tercera, Izquierdo declinó abordar el asunto.

En medio de la arremetida de la disidencia, en la reunión de mesa del lunes Larraín evaluó, además, la posibilidad de posponer la convocatoria a un consejo general extraordinario, cuya realización en noviembre próximo venía siendo conversada hace semanas al interior de la tienda.

Esta posibilidad fue vista con inquietud ayer por algunos integrantes de la disidencia.