"Nunca hemos pensado en una mesa de consenso. Eso nunca ha sido considerado como una posibilidad seria". Con estas palabras, el presidente de RN, Carlos Larraín, explicó su decisión de que al interior de la colectividad se lleven a cabo elecciones en mayo próximo para conformar una nueva directiva.
La determinación implica desechar la posibilidad de conformar una lista de consenso con representantes de la disidencia, opción que se venía barajando desde hace varios meses en diversas conversaciones entre ambos sectores y que se enmarcaba en un clima de mayor distensión al interior de la colectividad.
Hace semanas que en RN se evidenciaba una mayor cohesión interna. De hecho, prácticamente desaparecieron las críticas a la conducción de Larraín por parte del grupo disidente integrado, entre otros, por Daniel Platovsky, Carlos Zepeda y parlamentarios como Lily Pérez, Joaquín Godoy y Frank Sauerbaum. A lo anterior se suma la fortalecida posición interna que logró el senador -según reconocen desde la disidencia- tras el pacto firmado entre las directivas de RN y la DC para avanzar en reformas políticas.
Pero con esta decisión se abre un nuevo escenario. Si bien el senador por Valdivia dejó en suspenso si él mismo buscará liderar un nuevo período en la testera, el solo hecho de desestimar una directiva de unidad podría reabrir los cuestionamientos internos, dicen en el partido.
En todo caso, el secretario general Mario Desbordes ya le había advertido, el viernes pasado, a Platovsky que lo más probable es que finalmente se optara por elecciones, mismo mensaje que le transmitió al jefe de bancada, Cristián Monckeberg.
Hasta el momento, las negociaciones -que estaban lideradas por Platovsky- implicaban al menos tres fórmulas. Una apuntaba a dividir la testera: un año para Carlos Larraín y otro para Cristián Monckeberg. Otras alternativas apuntaban a dejar en la presidencia al senador Baldo Prokurica o a su par Francisco Chahuán, actual vicepresidente de la colectividad.
Para tratar de evitar nuevas tensiones al interior de la tienda (la articulación de la disidencia, apoyada en su momento por altos personeros de La Moneda, generó un fuerte distanciamiento entre Larraín y el Ejecutivo), la mesa buscará transmitir que una elección no tiene por qué ser traumática y que el enfrentamiento interno entre dos o más listas no tiene por qué desatar una "guerra interna".
Directivas DC y RN retoman contactos
Hasta la oficina del presidente de la DC, Ignacio Walker, llegó ayer su par de RN, Carlos Larraín. La cita tuvo como objetivo reimpulsar el acuerdo firmado por ambas directivas en enero, para modificar el sistema binominal y el régimen presidencial. Así, se acordó enviar -antes del 21 de mayo- un proyecto de ley conjunto. "Creemos que es evidente la necesidad de un proyecto de este tipo que aborda los dos escollos principales que hoy existen", dijo Larraín.