Con un vino reserva Doña Dominga bajo el brazo, el timonel de RN, Carlos Larraín, abandonó ayer el despacho de la ministra Cecilia Pérez (Segegob).
El senador había llegado sorpresivamente a La Moneda pasado el mediodía, para sostener una reunión de media hora con la vocera, quien, de paso, le hizo el obsequio al senador.
La aparición de Larraín en Palacio era la primera desde que hace una semana se desató la crisis entre el partido y el gobierno a raíz de la renuncia por 24 horas del senador a la presidencia de la tienda, motivada, en parte, por la salida del entonces ministro Teodoro Ribera de la cartera de Justicia.
Según cercanos a Larraín, la secretaria de Estado se había contactado telefónicamente con él el domingo.
En el diálogo, ambos comentaron las declaraciones realizadas el fin de semana por el presidente de la UDI, Patricio Melero, y quedaron en reunirse hoy en la sede de gobierno.
En entrevista con La Tercera, el timonel gremialista sostuvo el domingo que la UDI se ha transformado en el partido "eje" del gobierno, junto con acusar a sus socios de coalición de "victimizarse", dichos que provocaron una fuerte molestia en las filas de RN y una respuesta en bloque de los miembros de la directiva, a excepción del propio timonel.
Con la conversación -dicen las mismas fuentes-, Pérez buscaba contener una eventual arremetida de Larraín contra el gremialismo, intentando bajar la tensión instalada por más de una semana en el oficialismo.
Así, en La Moneda sostienen que Larraín transmitió a la ministra que no respondería directamente a las declaraciones de Melero, aunque -dicen en RN- reiteró sus reparos a las críticas que la ministra pronunció en contra del candidato presidencial de la colectividad, Andrés Allamand -luego de que éste cuestionara el manejo político del Ejecutivo- y manifestó su inquietud luego que la secretaria de Estado señalara que el gobierno "daba vuelta la página" y que la dimisión temporal de Larraín fuera producto de un "cúmulo de cansancio".
En ese sentido, si bien Larraín dijo ayer que los dichos de Melero "son apreciaciones" y que si el timonel de la UDI "lo dice, por algo será", evitó ahondar públicamente en la polémica con su par gremialista y con La Moneda.
"Viene a desearle a la ministra feliz Pascua. Todos necesitamos algo de reposo. Hay momentos en que uno tiene que estar más tranquilo, y este es uno de ellos", dijo Larraín una vez concluida la cita.
Con todo, tanto en la Alianza como en La Moneda señalan que el objetivo es descomprimir la tensión y evitar escalar el conflicto a través de nuevas declaraciones. "Para nosotros como gobierno es un tema cerrado. Tenemos la misma valoración de ambos partidos, y queremos seguir trabajando con ambos partidos en los desafíos que tenemos los próximos meses (…). Lo damos por superado", dijo Pérez.
En el gobierno explican que la menor intensidad de la agenda, producto de las fiestas de fin año, podría ayudar a decantar los ánimos al interior del bloque. De hecho, ayer se optó por suspender la tradicional cita del comité político que reúne a los ministros de La Moneda con los principales dirigentes de la Alianza.
Larraín, por su parte, viajará mañana a Vallenar, donde permanecerá por tres días junto al senador y vicepresidente de RN, Baldo Prokurica.