El ministro de Hacienda, Felipe Larraín reiteró este jueves que el crecimiento de la economía chilena se desacelerará este año respecto del anterior como resultado del impacto de la crisis de la zona euro.
"Espero una desaceleración, pero la economía seguirá creciendo, seguirá creando empleos", subrayó Larraín.
En el primer trimestre la economía chilena creció 5,6%, mientras el año pasado el Producto Interno Bruto (PIB) anotó una expansión de 6,1%.
"Empezamos muy bien pero a partir de esos tres primeros meses esperamos una desaceleración dado que somos una economía muy abierta al exterior, con lo que eso significa en las actuales circunstancias", señaló Larraín.
Recordó que Chile dispone de un "plan de contingencia" en el que se ha estado trabajando desde julio pasado y de que "tenemos una situación fiscal muy fuerte" con una baja deuda pública.
También señaló que los mercados emergentes representan el 50% de la economía mundial y el grueso del crecimiento, en particular China cuyo PIB sigue subiendo al 8 % anual.
Plan B
Larraín subrayó la necesidad de que Europa disponga de "un plan B" para la eventualidad de que Grecia salga del euro y añadió que para calmar a los mercados hace falta un cortafuegos suficientemente grande y manifestar voluntad de intervenir si hiciera falta.
"Lo que hay que hacer para calmar a los mercados es que el cortafuegos sea suficientemente grande y que el Banco Central Europeo (BCE) esté dispuesto a actuar en caso de necesidad", dijo Larraín en una conferencia de prensa en París horas después de la cumbre informal europea de Bruselas.
Consultado respecto a la ausencia de decisión en Bruselas acerca de una intervención, respondió que "más importante que una intervención es hacer saber a los mercados que se está dispuesto a intervenir" y para eso "tiene que enviarse claramente" el mensaje de que se dispone de "los instrumentos adecuados".
Insistió en que lo deseable, el "plan A", es que "Grecia permanezca en la zona euro" y que "los griegos cumplan sus compromisos".
"Pero responsablemente tiene que haber un plan B, por lo que pudiera pasar si Grecia saliera del euro", y eso significa "estar preparados para lo peor", un escenario cuya probabilidad de que ocurra "está creciendo".
El ministro chileno recordó que hay nuevas elecciones legislativas en Grecia el próximo 17 de junio y que los mercados están nerviosos.
Por eso estimó que el escenario planteado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su informe publicado el martes prevé que la zona euro sufrirá un retroceso de su economía del 0,1 % este año, "es el bueno" y que "los riesgos" van en la dirección de que los resultados sean peores.
Larraín, que participó en la capital francesa en la reunión ministerial anual de la OCDE, alabó los "esfuerzos" que están haciendo algunos países, "en particular España e Italia, que han hecho muchos deberes", y añadió que si bien "hace falta un ajuste, tiene que ser gradual" porque proceder a un recorte del 3-4% del Producto Interior Bruto (PIB) en un solo año "es demasiado".