Hasta La Moneda llegó ayer parte de la directiva de la UDI junto a un grupo de parlamentarios del partido, para entregar su propuesta de fortalecimiento y financiamiento de la política al consejo asesor anticorrupción.

La delegación gremialista estuvo encabezada por el timonel interino, Javier Macaya, acompañado por el secretario general subrogante, Pablo Terrazas, el senador Hernán Larraín y los diputados Juan Antonio Coloma y Arturo Squella.

Si bien el tema central era hacer llegar el documento a la comisión que lidera Eduardo Engel, la reunión en Palacio también sirvió para mostrar juntos a dos nombres que suenan en el gremialismo para asumir  como nuevos líderes del partido en el consejo general del 10 y 11 de abril.

Aunque ambos han evitado dar una respuesta tajante sobre el tema, tampoco han cerrado la puerta definitivamente.

"Creo que todos los militantes del partido deben tener la disponibilidad para apoyar en este momento. Yo lo estoy", dijo Macaya a La Tercera, frase que sus cercanos asumen como una señal del diputado para mantenerse al mando del gremialismo.

Por su parte, Larraín se ha mostrado un poco más cauto y, aunque sus cercanos comentan que tiene el ánimo de hacerse cargo de la colectividad, ha preferido tomar distancia públicamente.

"Quiero ser muy claro. Como he dicho reiteradamente, no estoy en ninguna candidatura", afirmó el senador a este diario.

El parlamentario  agregó que  "a mí lo que me interesa es que la UDI aproveche estas circunstancias, por dolorosas que sean, para tomar un camino de cambios muy radicales, y si se toma ese camino, yo feliz de poder ayudar a que eso se realice por parte del equipo directivo que puede asumir esa conducción".

Las palabras de Larraín son interpretadas por algunos personeros al interior de la UDI como una manera de pavimentar el terreno para una inminente mesa de consenso, ya que si hay algo claro -dicen en el partido-, es que no habrá una competencia por reemplazar al renunciado Ernesto Silva.

Así también lo ha hecho ver el timonel interino. "Creo que hoy la UDI no puede, por el momento que vive el partido y el país, darse el lujo de empezar una contienda de candidaturas", señaló Macaya.

Es así como dicha mesa de consenso -que buscaría una mezcla entre figuras de la nueva generación, representada por Macaya, y militantes históricos, como Larraín- cobra cada día más fuerza.

En esa línea, algunos en la UDI sostienen que que la puesta en escena de ayer en La Moneda tenía como objetivo comenzar a instalar la dupla Macaya-Larraín.

De hecho, en la colectividad explican que Macaya fue quien invitó a Larraín a la actividad.

Sin embargo, el senador explicó que asistió a Palacio como parte del trabajo del grupo de estudios constitucionales creado por el ex timonel Patricio Melero, que fue continuado por Silva y que ahora Macaya pidió actualizar.

En el consejo general del 10 y 11 abril se realizará en el Congreso, en Valparaíso. Además de la elección de la nueva directiva, se debatirán las líneas a seguir al interior del partido para intentar superar la crisis que ha generado el caso Penta.