En pocas semanas el caos se tomó las calles de Yemen, la nación más pobre del Golfo Pérsico. Ayer, en la ciudad de Adén, se registraban 70 muertos luego de tres días de combates entre las milicias sectarias, mientras la Liga Arabe discutía en Egipto una propuesta para una fuerza militar unificada para hacer frente a las amenazas regionales, como la irrupción del Estado Islámico (EI) y la creciente influencia de Irán. Estas son las claves que explican la crisis que atraviesa Yemen.

1. Hutíes y sunitas

En los últimos meses, los rebeldes chiitas hutíes, han conquistado ciudades y parte importante del territorio del país, con sangrientos enfrentamientos con las fuerzas leales al Presidente Abed Rabo Mansur Hadi. Los hutíes se aliaron con las fuerzas de seguridad leales al ex presidente Alí Abdullah Saleh, quien dejó el poder en 2012 tras las revueltas de la Primavera Arabe. Esta alianza se ha impuesto en nueve de las 21 provincias de Yemen, principalmente en el norte y el oeste. En febrero, los hutíes lograron desalojar del poder a Hadi mediante un golpe de Estado. Así, el Presidente se refugio en Adén. Ayer durante la cumbre anual de la Liga Arabe, celebrada en el balneario egipcio de Sharm el Sheij, Hadi pidió a la coalición internacional que mantenga su operación militar en Yemen hasta provocar la "rendición" de los hutíes.

2. La coalición

La intervención de una coalición internacional se aceleró la última semana luego del avance de las fuerzas hutíes hacia la ciudad de Adén, donde permanecía el Presidente Hadi tras huir de Saná, la capital. En medio de la amenaza de los hutíes, el gobierno yemení oficializó su llamado de ayuda militar al Consejo de Cooperación del Golfo. La respuesta no tardó en llegar. La coalición está formada por los socios del Consejo de Cooperación del Golfo -Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Bahrein, Kuwait-, a la que se sumaron Egipto, Jordania, Sudán, Marruecos y Pakistán. Arabia Saudita anunció ayer que se avecina una guerra larga.

3. Arabia Saudita e Irán

Arabia Saudita dio luz verde a los ataques aéreos sobre Yemen el jueves pasado, y movilizó a unos 150.000 soldados y 100 aviones de combate. La rápida respuesta saudí se debe al papel que ha jugado Irán en la crisis, como principal aliado de los hutíes. Para Teherán, controlar Yemen sería la oportunidad perfecta de aumentar su influencia en la región. Para Arabia Saudita se trata de un asunto de seguridad nacional, ya que las tierras yemeníes albergan los cuarteles de Al Qaeda en la Península Arábiga (Aqpa), una amenaza para la monarquía saudí.

4. Al Qaeda y el EI

El brazo de Al Qaeda que surgió tras la fusión de las ramas de Arabia Saudita y Yemen, Al Qaeda en la Península Arábiga (Aqpa), es considerado por Occidente como la rama más peligrosa de la red debido a su experiencia técnica y alcance global. En oposición a esta rama, a finales de 2014, apareció en la escena una filial del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que la semana pasada hizo su estreno en el conflicto con una matanza en dos mezquitas chiítas de Saná, donde murieron al menos 137 personas.

5. El rol de EE.UU.

Barack Obama mostró ayer su apoyo a Arabia Saudita y a la coalición. Inicialmente Estados Unidos sólo apoyó logísticamente los planes de la coalición. Sin embargo, fuentes militares citadas por The Wall Street Journal aseguraron que además aportaría material bélico. El avance de los hutíes opacó la misión de EE.UU. en Yemen, especialmente luego de que los milicianos tomaran el control de la base aérea de Al Anad, uno de los principales centros de la lucha de Washington contra los bastiones de Al Qaeda.