Las apuestas programáticas de Neves para derrotar a Rousseff

Horas antes de enfrentar ayer su segundo debate presidencial ante Dilma Rousseff, Aécio Neves se mostró confiado de que los ataques del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) contra su imagen no darán resultados. "La campaña de desconstrucción funcionó con Eduardo (Campos), con Marina (Silva), pero conmigo no", aseguró el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien durante la jornada recibió un fuerte espaldarazo desde el exterior.

Considerado el candidato favorito del mercado, Neves fue elogiado en la última edición de The Economist. En un editorial titulado "Por qué Brasil necesita un cambio", la influyente revista británica llamó a los votantes a "deshacerse de Rousseff y elegir a Neves", ya que sus políticas "deberían beneficiar a los brasileños pobres, así como a los prósperos". El candidato del PSDB "merece ganar", pues "promete poner al país de vuelta en la senda del crecimiento económico", añadió.

El ex gobernador del estado de Minas Gerais y nieto de Tancredo Neves -quien fue electo como presidente en 1985, pero murió antes de asumir el cargo- presenta su proyecto como "el camino seguro para el cambio real de Brasil". El rival de la presidenta ha definido sus propuestas en ocho áreas que considera como "directrices" para lograr el desarrollo de su país. Directrices que, según su programa de gobierno, trazan los principios que van a guiar su eventual administración: transparencia, innovación, descentralización, participación popular y eficiencia.

Coordinado por Armínio Fraga, ex presidente del Banco Central durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, el capítulo económico del plan de gobierno de Neves establece como principal compromiso en el área macroeconómica llevar la inflación a la meta de 4,5% anual, en intervalos de "dos a tres años". Su propuesta final apunta a reducir la meta de inflación "gradualmente" hasta 3%. "(Tomaré) las medidas necesarias para controlar la inflación, retomar el crecimiento y, principalmente, la confianza perdida en Brasil. Porque esa desconfianza en relación con nuestro país ahuyenta las inversiones", declaró Neves en agosto.

En materia internacional, un eventual gobierno de Neves "desideologizará" los vínculos de Brasil con el Mercosur y los países emergentes, y revisará las relaciones bilaterales con China y EE.UU., anticipó el embajador Rubens Barbosa, referente diplomático del candidato socialdemócrata. En declaraciones a EFE, Barbosa dijo que "la idea es conversar con todos los socios del Mercosur, para recuperarlo como idea de liberalización comercial para poder firmar acuerdos con otros países o bloques. Brasil no puede estar aislado y se reserva el derecho de considerar todas las hipótesis".

Acogiendo una de las exigencias de Marina Silva para entregarle su apoyo en segunda vuelta, Neves apuesta por el fin de la reelección presidencial, aunque admite que la propuesta depende de un acuerdo en el Congreso. También planea reducir ministerios. "Nosotros sí vamos a limpiar el Estado. No es admisible, no es razonable que nosotros tengamos hoy 39 ministerios", señala.

Asimismo, Neves pretende eliminar la influencia política en los contratos con el Estado. "No vamos a privatizar Petrobras, sino reestatizarla. Yo voy a sacarla de las manos de ese grupo político que se hizo cargo de esa empresa y está haciendo aquello que ningún brasileño podría imaginar", afirmó el rival de Rousseff, en alusión al escándalo de corrupción que afecta a la petrolera estatal. También promete continuar con los programas sociales del PT, pero hacerlos más efectivos. "Voy a mejorarlos. (...) Quiero la superación de la pobreza", dijo.