Los Red Sox, uno de los equipos clásicos del béisbol en Estados Unidos, venían de temporadas para el olvido en 2011 y 2012. Pero en 2013 encontraron dos grandes fuentes de inspiración para dar vuelta la mala racha. Una muy sensible: el lema "B Strong" ("sé fuerte", con la "B" de Boston) que tomó la ciudad luego del atentado del 15 de abril durante la maratón, a los pocos días de que comenzara la temporada del béisbol.

La otra inspiración nació como una moda, y en poco tiempo se convirtió en una cábala inviolable: usar largas barbas, que evocan el estilo de los uniformados en el siglo XIX, como los generales de la Guerra Civil de Estados Unidos o del sargento Aldea chileno.

La idea nació de los jugadores Mike Napoli y Jonny Gomes en la pretemporada y comenzó a ser adoptada por otros compañeros a medida que los Red Sox fueron sumando triunfos.

El catcher David Ross recuerda que un día se recortó la barba, ya que le molestaba con la máscara que debe usar detrás del plato, pero cuando lo vio Napoli "puso una cara como si le hubieran matado a su mascota". Desde entonces confiesa que no ha vuelto a tocar la tijera.

Con grandes actuaciones de los barbudos Napoli, Gomes, Ross, Dustin Pedroia, David Ortiz, Jarrod Saltalamacchia y Shane Victorino, los "Medias Rojas" fueron el mejor de la temporada regular y ganaron la final de la Liga Americana por 4-2 a los Detroit Tigers.

Curiosamente, el mejor jugador de esa serie contra los "Tigres" fue el lanzador relevista Koji Uehara...quien se afeitó en enero y no se ha sumado a la moda.

El impacto de las barbas también se ha apoderado de Twitter con el hashtag #GetBeard, y fue la inspiración para ofrecer entradas a un dólar a mediados de septiembre, para todo hincha que luciera una barba, larga y original.

El equipo de Boston espera que, tal como Brian Wilson para los Giants en 2010, y los estilizados bigotes de los Athletics en los 70, esta moda de las barbas sean cábala suficiente para ganar las Series Mundiales por octava vez en su historia.

En frente, los Red Sox tendrán un equipo poderoso como los Saint Louis Cardinals (campeones de la Liga Nacional), quienes sólo confían en la calidad de sus lanzadores para derrotar a dos leyendas: la de las barbas y a la histórica muralla verde del Fenway Park de Boston.