"Se habían olvidado de mí, pero aquí estoy, finalista olímpica", repetía Natalia Duco tras ubicarse 12° en las clasificatorias del lanzamiento de la bala y pasar a una histórica definición para el atletismo chileno, que no llegaba a esta instancia desde Seúl 1988 con Gert Weil, también en bala. Y es que las apuestas en Chile estaban concentradas en otras figuras, de las que en general se esperaba más de lo que lograron. Sólo Tomás González cumplió plenamente.
Tomás González (y Simona Castro en damas) llevó a la gimnasia chilena por primera vez a los JJOO. Y lo hizo con el objetivo de meterse en las finales. Cumpliendo la mejor presentación de su carrera lo logró en suelo y salto, y en ambos casos coronó su actuación con un merecido cuarto lugar. No le alcanzó para medalla, cumplió la meta inicial y compitió al mismo nivel que rivales de elite. Así, se ganó un lugar en la historia olímpica del país.
Francisca Crovetto fue la primera deportista chilena en conseguir un pasaje para los Juegos Olímpicos de Londres, a los que llegó con 22 años. Su edad es que la que permite proyectar un buen futuro, ya que cumplió con una actuación meritoria, finalizando octava entre 17 y a un plato de meterse en la final del tiro skeet.
Denisse van Lamoen fue la primera chilena en competir. Llegó a Londres con el honor de ser la abanderada y con el impulso de haber conseguido un título mundial en Torino el año pasado. La ilusión aumentó luego de que la ronda de clasificación la ubicara en la primera fase con la misma rival a la que había derrotado en esa final. Pero tuvo un mal día, partió disparando mal, no aprovechó los pocos errores de la georgiana Kristine Esebua y lamentó la eliminación.
Kristel Köbrich enfrentó en Londres sus terceros JJOO. La meta era meterse en la final de los 800 metros, aunque se suponía una tarea difícil por los tiempos de las rivales. La nadadora finalizó quinta en su serie, no realizó su mejor marca e incluso perdió el récord sudamericano ante la venezolana Andreína Pinto, a quien había superado en los Panamericanos.
En el triatlón femenino hasta medios especializados habían destacado a Bárbara Riveros como candidata a pelear los primeros lugares. La chilena. Sufrió un retraso en el vuelo que la llevó a Londres y el día de la competencia dijo que se sintió "sin chispa". El resultado fue sólo el puesto 16, en una prueba en que Chile soñaba con una medalla.
Así, el nivel de González y sus dos cuartos lugares y el décimo puesto de Duco en la final de la bala fueron las únicas cartas que ganaron su apuesta. Y en el de la lanzadora de bala, con el factor sorpresa.