La Royal Academy of Arts de Londres anunció hoy una gran exposición dedicada al pintor Vincent Van Gogh y centrada en sus cartas, que figuran entre los más preciados documentos dejados nunca por un artista ya que iluminan no sólo sobre su estado de ánimo sino sobre su proceso creativo.

La exposición, titulada The real Van Gogh: the artist and his letters ("El verdadero Van Gogh: el artista y sus cartas") se celebrará del 28 de enero al 18 de abril del próximo año, e irá precedida, este mes de octubre, de la publicación por la editorial Thames & Hudson, de esos documentos, un ambicioso proyecto en el que se ha trabajado quince años, según explicó hoy en conferencia de prensa en Londres el director del museo Van Gogh de Amsterdam, Axel Ruger.

Durante toda su vida, el pintor no dejó de escribir cartas, en su mayoría a su hermano, Theo, un marchante que le ayudó económicamente hasta el final, pero también a otros miembros de la familia, como su hermana Wilhelmina y a colegas artistas como Anton van Rappard, Émile Bernard y Paul Gauguin.

Las aproximadamente 850 cartas que se conservan "reflejan sus sueños, su lucha por la vida y por el arte, y su pasión por la naturaleza", explicó Ruger, quien dijo que, además de su publicación en seis volúmenes, con más de 2.300 ilustraciones, habrá una edición en la Red para que los expertos puedan investigar mejor su obra.

Van Gogh no es el único artista que dejó una amplia correspondencia, también lo hicieron, por ejemplo, John Constable y Eugene Delacroix, pero las cartas del holandés destacan por su elocuencia, la expresión inmediata de su pensamiento, sus referencias constantes a problemas técnicos o prácticos" así como por sus ideas sobre el arte, la naturaleza o la literatura.

En opinión tanto del director del museo de Amsterdam como de la comisaria de la exposición, Ann Dumas, las cartas de Van Gogh, en holandés y francés e incluso algunas en inglés, son "gran literatura".

A falta de un diario personal, constituyen un elocuente "autorretrato" del holandés no sólo como artista, sino también como ser humano.

Nacido en 1853 en Zundert (sur de Holanda), Van Gogh era el segundo de los seis hijos de un pastor protestante, y en sus años jóvenes trabajó como misionero, así como en diversos oficios, entre ellos el de marchante de arte, antes de dedicarse enteramente al arte a partir de 1880, cuando había cumplido ya 27 años.

Su carrera artística fue breve, de sólo diez años, al quedar truncada por su trágico suicidio en 1780, pero su producción durante esos años sólo cabe calificarla de extraordinaria: más de 800 pinturas y 1.200 dibujos.

La exposición de la Royal Academy sigue a otras dedicadas en los últimos meses al artista holandés, -Los Colores de la Noche en el MOMA neoyorquino, y Los Paisajes, del Museo de Arte de Basilea (Suiza)-, y se mostrarán 35 de sus cartas rara vez vistas en público por su extrema fragilidad.

Al mismo tiempo se exhibirán sesenta y cinco pinturas y treinta dibujos, todos ellos relacionados con las cartas.

Los dibujos que aparecen en muchas de las cartas, incluida la última, que Van Gogh escribió poco antes de su suicidio, documentan el progreso de las obras en las que el artista estaba trabajando en un determinado momento y representan una parte fascinante de la correspondencia.

En la exposición de la Royal Academy, que estará ordenada cronológicamente, pero también por temas, color, naturaleza, amistad, religión y literatura, se mostrarán las cartas junto a las pinturas y los dibujos a los que se refieren.

Entre las obras que podrán admirar los visitantes de la exposición figuran La Silla de Vincent con su Pipa, de la National Gallery, de Londres, Bodegón con Cebollas, del Museo Kroller Müller de Otterloo (Holanda), o La Casa Amarilla, de la Phillips Collection, de Washington.

El titulado Bodegón con Cebollas abrirá la exposición, según explicó Ann Dumas, porque es el único cuadro de Van Gogh en el que, junto a una botella vacía de ajenjo, una cafetera, un libro y una pipa, aparece precisamente una carta.