"Si estuviera en mis manos, las haría este domingo", aseguró el miércoles el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, refiriéndose a las elecciones presidenciales que la oficialista Asamblea Nacional Constituyente adelantó esta semana para antes del 30 de abril, a pesar de que tradicionalmente se celebran en diciembre.
El Consejo Nacional Electoral -una figura que la oposición acusa de estar aliada al gobierno- aún no ha definido una fecha exacta para llevar a cabo los comicios. Pero eso no ha impedido que el chavismo arranque ya la campaña que podría llevar a Maduro a la reelección, a pesar de que el país enfrenta una de las peores crisis de su historia. La decisión estratégica de adelantar el calendario electoral posiciona al sucesor del fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013) en un escenario favorable frente a sus adversarios. No es el mismo caso de la oposición, que, aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se encuentra fragmentada y debilitada tras una serie de tropiezos y dos recientes derrotas electorales en los comicios de gobernadores y alcaldes, que se realizaron en el segundo semestre de 2017.
Maduro, de 55 años, que logró sortear casi cuatro meses de protestas civiles que dejaron 125 muertos entre abril y julio pasado, se ve ahora como un candidato sólido, a pesar de enfrentar una impopularidad que ronda el 70%.
Ahora la oposición evalúa distintos escenarios y varias cartas que puedan hacerle frente a Maduro. La tarea, sin embargo, no es nada de fácil. La MUD no cuenta en estos momentos con ningún líder fuerte que logre capitalizar el creciente descontento de la población venezolana a su favor.
El líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, se encuentra con arresto domiciliario cumpliendo una condena de casi 14 años y el ex candidato presidencial Henrique Capriles está inhabilitado a ejercer cargos públicos. Por otra parte, el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, está exiliado en Madrid tras fugarse del país en noviembre pasado. Una decena de dirigentes políticos experimenta una situación similar.
Y el jueves en la noche el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) le puso otro obstáculo a la alianza opositora, al impedirle a la MUD a presentarse con una tarjeta unitaria a los comicios, lo que complica la inscripción de un candidato único. La decisión complica también a tres de los más grandes partidos opositores: Primero Justicia, Acción Democrática y Voluntad Popular, que iban a inscribir sus candidatos solo a través de la tarjeta de la MUD. Con todo, la oposición llamó a "rebelarse" reinscribiendo a las dos primeras colectividades.
La oposición tiene que decidir en los próximos días si acude o no a las elecciones regidas por un sistema que ellos mismos han calificado de fraudulento. Según explicó a La Tercera una fuente cercana a la dirigencia de Voluntad Popular, "la participación está seriamente cuestionada" y hay "opiniones divergentes del partido" sobre qué dirección tomar.
La urgencia, por otro lado, es elegir a un representante sólido. "Lo que todos tenemos claro es que debe escogerse un líder. Decidamos o no decidamos participar, necesitamos escoger un líder. En este momento debemos escoger un líder de la oposición venezolana. Ese es el esfuerzo que se está haciendo", aseguró a este diario el ex gobernador de Zulia, Juan Pablo Guanipa.
Hasta la medida del TSJ, los nombres que ya sonaban como aspirantes eran el del ex gobernador de Lara, Henri Falcón, el líder de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, el académico Claudio Fermín y el líder del partido opositor La Causa R, Andrés Velásquez. Desde los círculos de Primero Justicia también se estaba considerando una candidatura de Julio Borges, que durante las últimas semanas ha estado más concentrado en el diálogo entre el gobierno y oposición en República Dominicana. Desde ese partido también suena el nombre de Juan Pablo Guanipa.
Hasta hace algunas semanas comenzó a aparecer el nombre de Lilian Tintori, la esposa del preso político Leopoldo López, como una de las aspirantes. Pero la activista acaba de ser madre, lo que complicaría la campaña de último minuto que tendría que realizar.
Otro de los nombres más recurrentes es el de Lorenzo Mendoza, el presidente de la compañía privada más grande de Venezuela, Empresas Polar, a pesar de que no ha dado indicios de querer aceptar una candidatura.
Cientos de personas han organizado manifestaciones para impulsar su candidatura que podría hacerle frente con fuerza a Maduro. Mendoza, educado en Estados Unidos, es querido por la población y considerado alguien "externo" a la política y visto como el mayor referente empresarial del país.
"Es muy complejo saber si en un escenario como este, él decida aspirar a la presidencia porque siempre ha manifestado su decisión de no involucrarse en política y eso básicamente tiene un motivo principal que es cuidar sus empresas, que no solamente es un logro de él, sino de varias generaciones de su familia, donde además tiene un directorio y muchos trabajadores que pondría en riesgo. Yo veo muy difícil que él pueda aspirar, con todos los riesgos que tiene meterse en política siempre, pero peor aún con todos los riesgos que tiene meterse en política con una coyuntura como la venezolana actual", aseguró a La Tercera el analista político venezolano Miguel Velarde.