Fidel Castro ya comienza ser pasado e historia. Las cenizas del ex gobernante fueron depositadas a primera hora de la mañana en el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, en una ceremonia privada a la que tuvo acceso la familia, autoridades y la "generación histórica" revolucionaria, como dijo la televisión local. De hecho, ni siquiera los medios cubanos pudieron acceder al momento del entierro en el camposanto, claro que más tarde se dieron a conocer algunas imágenes de su interior y ya en la tarde el cementerio iba a quedar abierto.
La tumba de Fidel Castro tiene una gran roca que está ubicada junto al mausoleo de José Martí, el héroe nacional, y el panteón donde están aquellos que murieron en el fallido intento de toma del Cuartel Moncada, aquí en Santiago de Cuba, acción liderada por el propio Fidel, en 1953.
Ya la noche del sábado, en el acto masivo de despedida al líder histórico de la Revolución Cubana en la Plaza de Revolución de esta ciudad, el actual Presidente del país Raúl Castro aseguró que los restos de su hermano iban a ser inhumados en "una sencilla ceremonia". Raúl destacó en su discurso que Fidel "rechazaba el culto a la personalidad" y que insistió en que "una vez fallecido, su nombre y su figura nunca fueran utilizados para denominar plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos, ni erigidos en su memoria monumentos, bustos y estatuas y otras formas similares de tributo".
En el cementerio de Santa Ifigenia también están depositados, entre otros, los restos de 32 generales de las guerras de independencia; la madre de los Maceo y que fue una conocida luchadora patriota, Mariana Grajales; el padre de la patria cubana, Carlos Manuel de Céspedes; luchadores de la lucha clandestina contra Batista, Frank y Josué País, y el popular músico Francisco Repilado, más conocido como Compay Segundo, quien formó parte del grupo Buena Vista Social Club.
Desde 2002 una guardia especial rinde honores ante el mausoleo de José Martí, y cada hora se realiza un cambio de guardia, con una pieza musical compuesta por el comandante histórico revolucionario Juan Almeida. No se prevé que haya cambios en esta rutina, pero al estar una tumba al lado de la otra, los honores también podrían ser extensivos a Fidel Castro.
La ceremonia de entierro estaba programada para la siete de la mañana, pero esta se retrasó por algunos minutos. De cualquier forma el acceso estaba bloqueado a unos 300 metros del ingreso del cementerio, no solo por policías y seguridad del Estado, sino que por un cordón de jóvenes que lucía poleras con la leyenda "¡Comandante en jefe, ordene!". Dos de ellos, una adolescente y un varón ambos de unos 17 años aseguraron a La Tercera que este fin de semana no habían parado: a las 12 del sábado ya estaban en alguna calle a la espera del paso del cortejo fúnebre por Santiago, en la noche participaron en el acto masivo y en la vigilia en la Plaza de la Revolución de esta ciudad, y desde la cuatro de la mañana ayer en el cordón en las cercanía del Santa Ifigenia. Los dos sonrieron cuando se les desea que termine todo esto rápido para que se vayan a descansar.
Depositadas las cenizas de Fidel Castro, Cuba pone fin este lunes a sus nueve días de duelo y de ceremonias en honor a Castro, anunciados tras conocer su fallecimiento. Inicia así la isla un nuevo período sin la presencia de Fidel, algo a lo cual poco a poco los cubanos se fueron acostumbrando durante una década, tras el retiro del dirigente comunista por una grave crisis intestinal, en julio de 2006. En ese lapso, Castro mantuvo su influencia y sus opiniones eran escuchadas y divulgadas.
Raúl Castro se encuentra ahora al frente del gobierno cubano por primera vez sin el eventual consejo de su hermano y ante complejos desafíos: acelerar o no las reformas emprendidas desde 2010, determinar cuál será el tono de la relación con Estados Unidos a partir de enero próximo, cuando Donald Trump se instale en la Casa Blanca, y trazar la hoja de ruta sobre su propia sucesión, la cual debería producirse a comienzos de 2018, según lo que el propio Raúl anunció.
De todas formas, unos de quienes estarán más aliviados con este fin del período de duelo son los turistas extranjeros que tenían planificado pasar unos días en Cuba y coincidieron con las exequias de Fidel. Ello porque en este lapso, al menos oficialmente, no hubo venta de bebidas alcohólicas, los locales de baile fueron cerrados, así como todo lo que sonara a fiesta, uno de los puntos fuertes del turismo en Cuba, el sector económico más fuerte en la captación de divisas.