Aunque las posiciones parecían irreconciliables durante las negociaciones indirectas que se llevan a cabo en El Cairo entre las facciones palestinas e Israel, con la mediación del gobierno egipcio, el alto el fuego continuaba ayer sin incidentes por segundo día consecutivo. Así, pese a los obstáculos, se buscaba un cese de las hostilidades duradero, y ayer el gobierno de Benjamin Netanyahu anunciaba que estaba dispuesto a extender la tregua más allá de las 72 horas pactadas.
La tregua permitía ayer ver escenas de niños jugando en parques infantiles y de mercados en plena actividad comercial, pero también el peregrinaje de aquellos que acudían a las zonas más castigadas para rescatar enseres y objetos privados debajo de los escombros. Las calles principales de Ciudad de Gaza volvieron a poblarse de peatones y la mayoría de las tiendas reabrieron en la mañana de ayer.
Sin embargo, pese al silencio de los cañones, se mantenía la guerra de la información y de las cifras que ha dejado esta guerra. El número de muertos palestinos llegaba ayer hasta 1.885, con la recuperación de 10 cadáveres desde los escombros, según los servicios de emergencia. Mientras el Ministerio de Salud palestino no dividía esa cifra entre víctimas civiles y no combatientes y Hamas hablaba simplemente de "mártires" de la "agresión israelí", Naciones Unidas señalaba que el 72% eran civiles, mientras que el Ejército israelí habla de 750 "terroristas" fallecidos en la ofensiva.
Según la oficina de la Unicef en Gaza, en esta guerra han muerto 419 niños y han resultado heridos 2.502, mientras que 373.000 sufrieron experiencias traumáticas, por lo que necesitan de ayuda psicológica. En tanto, el organismo de la ONU en Israel informó que seis niños resultaron heridos a consecuencia de los cohetes lanzados desde Gaza.
La cifra de muertos del lado israelí es de 64 soldados y tres civiles.
Los ataques y disparos israelíes dañaron 142 escuelas, muchas de ellas utilizadas como refugios en estas semanas, afirmaban las agencias humanitarias de la ONU.
De esa cifra, 89 de esos centros dependen de esa organización mundial. Israel alega en su defensa que muchas de las escuelas eran utilizadas como depósitos de armas, y que 260 cohetes fueron disparados desde esos edificios.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) sostiene que unas 270.000 personas han sido acogidas en unos 90 centros, la mayoría de ellos escuelas, y que otras 200.000 personas han sido acogidas en casas de familiares, amigos y vecinos. Ello, como consecuencia tanto de los bombardeos israelíes como de la destrucción de unas 10.000 viviendas, según la ONU. Las agencias internacionales hablan de que se necesitarán unos US$ 5.000 millones para volver a poner en pie ese territorio palestino de 385 km2.
Según los cálculos del Ejército israelí, al comienzo de la operación Margen Protector, Hamas tenía unos 10.000 cohetes, de los cuales habría disparado unos 3.360, y el sistema antimisiles israelí Cúpula de Acero habría interceptado 584 de esos proyectiles.
Los militares sostienen que en sus acciones en Gaza destruyeron un tercio de esos proyectiles, por lo que aún quedarían unos 3.000 en la reserva, y que demolieron los 32 túneles construidos para infiltrarse en territorio israelí, para contrabandear armas y pertrechos, y que sirvieron de refugio de los ataques.