La victoria conseguida ayer ante Dinamarca no hizo más que confirmar el buen momento que vive la selección chilena. Bajo la dirección técnica de Marcelo Bielsa, la "Roja" no sólo se encuentra a un paso del Mundial de Sudáfrica sino que además amenaza con seguir rompiendo marcas.
Después de los traumáticos procesos para Japón-Corea 2002 y Alemania 2006 parecía difícil imaginar un presente así. Pero la llegada del técnico transandino varió ese panorama. ¿Cómo lo hizo? difícil de explicar, aunque hay al menos cuatro aspectos que distinguen su exitoso trabajo.
GRUPO CONSOLIDADO
Cuando faltan cuatro fechas para el final de las eliminatorias, prácticamente no hay dudas acerca los convocados. De hecho, en las últimos tres nóminas, con el choque de ayer incluido, el "Loco" repitió 14 nombres. A ellos habría que sumar a Bravo y Suazo, más los lesionados Estrada y Ponce.
Esto habla de que ya existe un grupo consolidado con nombres y apellidos fijos. Esta situación no sólo se aplica para los titulares y suplentes, sino también para aquellos nominados que aparecen en una tercera línea, como el caso de algunos jugadores "locales" que son habituales, pero suman poca presencia.
METODOLOGIA DE TRABAJO
Pese a su obstinación por trabajar a puertas cerradas, para nadie es un misterio la fórmula que Bielsa utiliza en los entrenamientos. Canchas cuadriculadas, muñecos inflables, revisión de jugadas a través de un notebook y repetición hasta el cansancio de los movimientos.
Dentro de ese sistema la figura del preparador físico, Luis Bonini, aparece como fundamental. No sólo porque mantiene en forma a los seleccionados, sino además por su estrecha relación con los jugadores. El rosarino, en tanto, mantiene distancia y sólo se acerca a la hora de trabajar.
ASCENDENCIA
En la última fecha eliminatoria, Arturo Vidal fue convocado, aunque ni siquiera se vistó. Conociendo el carácter irascible del volante del Leverkusen, muchos buscaron alguna crítica que nunca llegó. Al contrario, si bien se vio afectado, no tuvo inconvenientes en volver con la mejor disposición.
Ello habla de la ascendencia que tiene Bielsa sobre sus jugadores y que va más allá del respeto que debe existir por el cargo que ostenta.
A diferencia de procesos anteriores, ahora lo que ordena el técnico es ley. Por ejemplo, que utilice a los jugadores en posiciones que no son sus habituales antes podría acarrear reclamos, pero ahora no.
TACTICA DEFINIDA
Fue el mismo técnico quien lo dijo ayer: "No establecemos diferencias con nuestro juego considerando las características del rival. Jugamos como intentamos hacerlo siempre". Más que una simple frase, las palabras de Bielsa parecen la declaración de principios de la actual Selección.
El dibujo táctico en la "Roja" está más que claro, y sólo resiste mínimos cambios dependiendo del partido. Sin embargo, lo más importante es que esa forma de jugar que tiene Chile no está supeditada a la presencia de ciertos jugadores. Cuando uno no está, ya sea por lesión o suspensión, aparece otro y el resultado es el mismo.
El mejor ejemplo se dio en la histórica victoria ante Argentina, donde Alexis Sánchez no estuvo por acumulación de tarjetas amarillas. Su reemplazante fue Fabián Orellana, que se transformó en el héroe al anotar el tanto del triunfo.