La celebración de un segundo referendo independentista por parte de Escocia era uno de los efectos más temidos del Brexit (salida de Reino Unido de la Unión Europea) y ahora se encuentra a pasos de concretarse. Esto porque ayer la ministra principal de esa región, Nicola Sturgeon, anunció que solicitará permiso al Parlamento regional para convocar una nueva consulta separatista.
Sturgeon acusó a la primera ministra británica, Theresa May, de frustrar los deseos de Escocia de tener un acuerdo especial con Europa, durante las negociaciones que se llevarán a cabo como consecuencia del Brexit. Así, la ministra principal confirmó que planea realizar una votación entre el otoño boreal de 2018 y la primavera boreal de 2019, a menos que el gobierno británico realice concesiones importantes a última hora.
Los planes los dio a conocer justo cuando en la Cámara de los Comunes se debatía el proyecto de ley para el Brexit. Los plazos entregados por Sturgeon coincidirían con las últimas negociaciones de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
* Próximos pasos
En su discurso realizado en su residencia oficial en Edimburgo, Sturgeon dijo que el calendario para un nuevo referendo comenzará con un voto en el Parlamento escocés el próximo martes, en el que espera conseguir la aprobación para que comiencen las conversaciones con el gobierno británico sobre los términos básicos que tendrá la consulta. Así, bajo la sección 30 del Acta de Escocia, Holyrood (nombre que recibe el Parlamento escocés) debe buscar la aprobación del Parlamento en Londres para poder realizar un referendo independentista. La consulta de 2014 se llevó a cabo luego de extensas negociaciones entre los dos gobiernos que culminaron con un acuerdo en octubre de 2012. En el referendo separatista un 45% votó a favor y un 55% en contra.
Según Brian Taylor, editor de política de la cadena BBC Escocia, existe una mayoría -aunque estrecha- de parlamentarios a favor de la independencia en Holyrood, por lo que se espera que el próximo martes se apruebe el inicio de las conversaciones con el Parlamento británico.
* Razones del referendo
La idea de volver a realizar una consulta independentista se comenzó a escuchar luego que se conocieran los resultados del referendo por la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Esto porque en esta región, a diferencia de lo ocurrido en el resto del país, un 62% de los escoceses votó por quedarse en el bloque comunitario y un 38% optó por irse.
Sturgeon había dicho con anterioridad que quería que Escocia tuviera permiso para sellar su propio acuerdo con la Unión Europea y poder mantener así su acceso al mercado único del bloque. Sin embargo, ayer insistió que sus esfuerzos chocaron con un "muro de ladrillo de intransigencia" en Londres.
Sin embargo, la Unión Europea ya ha advertido a Edimburgo que de separarse de Reino Unido deberán negociar su ingreso al bloque, por lo que Bruselas espera que primero se resuelva el Brexit.
* La respuesta de Londres
La primera ministra británica, Theresa May, ha evitado decir si va a dar una aprobación o no para que se realice el referendo escocés. La premier ha reprochado a los nacionalistas escoceses que "la política no es un juego".
La demanda de un referéndum "es profundamente lamentable y coloca a Escocia en un camino de mayor incertidumbre y división", añadió May. "Las evidencias muestran que la mayoría del pueblo escocés no quiere un segundo referendo de independencia", agregó.
* ¿Qué dicen los sondeos?
Los resultados de las últimas encuestas de opinión son diversos. Según The Guardian, los sondeos muestran un alza reciente del apoyo a la independencia, desde un promedio de 45% en los últimos meses a 49% en marzo, aunque en términos estadísticos las opciones a favor y en contra se encuentran empatadas. En todo caso, un tercio de los encuestados se encuentra parcialmente abierta a la persuasión.
Las encuestas muestran que cerca de un tercio de los votantes del Partido Nacional Escocés respaldó la opción de la salida de Reino Unido de la Unión Europea en el referendo de junio del año pasado, lo que significa que Sturgeon tendrá que persuadir a una gran mayoría de ellos para que respalden la independencia y, al mismo tiempo, atraer a los no nacionalistas.
Los sondeos también muestran que una mayoría de los votantes escoceses objetan la realización de un referendo antes de que Reino Unido abandone la Unión Europea, por lo que la primera ministra escocesa tendrá que ofrecer una justificación en caso de realizar la consulta antes del Brexit.
* El factor económico
La economía de Escocia se encuentra en un momento más complejo que en 2014. Esto debido al colapso de los precios del petróleo, lo que ha elevado el déficit en el gasto público. Además tiene un crecimiento menor que Reino Unido y sus exportaciones al resto de la Unión Europea no están creciendo al ritmo que el resto del país.