Histórico

Las claves para entender el síndrome de Kawasaki

Desconocida para la mayoría de la población, ataca a niños menores de cinco años, con fiebre alta, enrojecimiento de la piel, entre otros.

El síndrome de Kawasaki, pese a ser desconocido por la gran mayoría de la población ha alcanzado notoriedad en estos días por estar vinculado -en cierta forma- con la muerte del hijo de John Travolta el viernes pasado.

Su nombre proviene del doctor japonés Tomisaku Kawasaki que descubrió la enfermedad a fines de los años sesenta, según explicó el pediatra infectólogo de la Clínica Las Condes, Juan Pablo Torres, el síndrome consiste en "una inflamación de los vasos sanguíneos de las arterias, que se manifiesta clínicamente por la aparición de fiebre y por la definición de los criterios por cinco días o más y además por otros síntomas. Fundamentalmente se manifiesta en niños y en el 80% de los casos son menores de cinco años".

Según Torres, esta enfermedad se ha asociado a que posiblemente podría estar gatillada por algún virus o por alguna bacteria. Sin embargo se desconoce su causa.

La fiebre es la primera manifestación, comienza de manera brusca y con una duración de más de cinco días, a una temperatura de 38° a 40°. Los otros síntomas, son la conjuntivitis o el enrojecimiento de los ojos, que se produce sin secreciones ni hinchazón.

También puede ocurrir un aumento de volumen o fisura en los labios, con la lengua roja. Además, eso sí con una frecuencia menor, la aparición de ganglios en el cuello.

La aparición de manchas o ronchas en la piel, que se acentúan con la fiebre, es otro de los síntomas de esta enfermedad. Así como los edemas o aumento de volumen de las manos y de los pies, especialmente durante los primeros días junto al inicio de la fiebre.

"Con el conjunto de estos síntomas o signos uno puede hacer el diagnóstico de esta enfermedad. Todo lo anterior son manifestaciones de esta vasculitis, de esta inflamación de los vasos sanguíneos", aclaró Torres.

Sin embargo, uno de los problemas es que se desconoce la causa para este síndrome, lo que dificulta un diagnóstico certero. "Como no existe una causa específica, uno no puede entregar un diagnóstico en forma precisa, sino que en base a los síntomas y signos ya descritos. Una vez que se tiene esos síntomas, uno tiene que hacer un diagnóstico lo más precoz posible y de ser así, confirmarlo con unos exámenes de laboratorio que orientan a esta enfermedad", dijo.

TRATAMIENTO
La forma de tratar este síndrome es mediante el medicamento Gammaglobulina Endovenosa, además con antiagregantes plaquetarios como la aspirina. "La idea es contrarrestar la inflamación de los vasos (sanguíneos). Si el tratamiento es oportuno y precoz uno logra disminuir las secuelas que puede dejar esta enfermedad, que son los aneurismas o las dilataciones coronarias de los vasos coronarios, que son las que llevan el flujo sanguíneo al corazón", sostiene Torres.

En ese sentido, el pediatra señala que si se realiza un diagnóstico oportuno, el pronóstico de esta enfermedad es bastante bueno. "Uno logra disminuir,  de un 25% a un 3% - 4% la probabilidades que queden estos aneurismas o dilataciones coronarias", dijo. "Ese pequeño porcentaje de niños, que pudieran quedar con estas alteraciones a futuro, años después pueden presentar algunas complicaciones como podría ser un infarto al miocardio. Pero el porcentaje de que eso ocurra es bastante bajo", agregó.

Sin embargo, si un niño no recibió el tratamiento que debía, existe el riesgo de que presente secuelas como las dilataciones o aneurismas coronarias, que pueden alterar el flujo al corazón, que puedan determinar una enfermedad cardiaca.

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