El dicho "ramo pasado, ramo olvidado", se le puede escuchar a cualquier universitario al salir de una prueba y refleja la sensación de los jóvenes de que el estudio sólo sirve para titularse.
Esta es la mirada que, según el director de Sicología de la Educación de la U. del País Vasco, Clemente Lobato, quien fue invitado a Chile por Inacap, hay que erradicar para formar profesionales que sepan desenvolverse en un mundo donde las tecnologías avanzan más rápido que los aprendizajes.
Según Lobato, las universidades entregan conocimientos que se vuelven obsoletos, por lo que es necesario entregar competencias para la vida. ¿Cómo lograrlo? El experto da los tips.
1. El trabajo colaborativo. Es una de las demandas del siglo XXI. Muchas veces los docentes piden trabajos en grupo, pero los estudiantes trabajan individualmente y sólo juntan las partes. Lobato cree que debieran darse tareas que impliquen interdependencia, como pedirles comparar distintas obras. Y luego, evaluar el proceso que llevaron a cabo para ejecutar el trabajo grupalmente.
2. El pensamiento crítico. Este permite tomar decisiones y se desarrolla a través de la argumentación, la confrontación y el debate. Para desarrollarlo, no basta exponer en público, sino también incentivar a los alumnos, por ejemplo, a asociar ideas, a través de ejercicios simples como buscar varios usos para un mismo objeto.
3. Resolución de problemas. La creatividad es otra de las falencias de los recién egresados. Según Lobato, se soluciona fomentando el pensamiento divergente y enseñando a los alumnos estrategias de indagación y verificación de las soluciones encontradas. Ejercicios simples son invitar a los alumnos a sentarse en forma de círculo, para que tengan una amplia perspectiva, y luego a cambiar de puesto, para que se den cuenta del cambio de enfoque.