Mario Salas impone a sus dirigidos una alta intensidad en el trabajo. También suele a apelar a distintas estrategias para elevar la motivación y el compromiso de su plantel, e inculca la obligación de atacar permamente a los rivales y de llegar con  numerosas opciones al arco de enfrente. Esas características hermanan el trabajo del técnico de la selección Sub 20 con el que, esta semana, comenzó Jorge Sampaoli en la "Roja" adulta.

"Ambos son entrenadores que piden ir siempre hacia adelante. Mario inculca bastante la idea de presionar al rival en todos los sectores y, en eso, se parece mucho a los que Jorge pedía en Universidad de Chile y, seguramente, solicitará en la Selección", compara el volante Sebastián Martínez, a quien el argentino insertó e hizo debutar en el primer equipo azul.

Hay más parecidos. En el combinado juvenil, el ex técnico de Barnechea empleará una línea de cuatro defensores y dos volantes de contención, tal como el argentino ocupó en los estudiantiles. También utilizan un conductor claramente definido.

El matiz está en la ofensiva. Mientras el casildense no transa el tridente, Salas prefiere sólo un delantero nominal. Sin embargo, el único ariete, el cruzado Nicolás Castillo, recibe el apoyo de dos aleros: Diego Rubio por la derecha y Franco Ragusa por la izquierda. Ambos deben incorporarse al ataque. "La superioridad numérica es otro de los conceptos similares que ocupan", revela Martínez.

La reunión

Salas reconoció su intención de reunirse con Sampaoli. "Me encantaría conversar con él acerca de algunos temas futbolísticos, pero hemos estado concentrados y con poco tiempo. Hay situaciones más importantes para él y para mí. Ya llegará el momento de sentarse a dialogar", declaró. La intensa agenda de ambos impedirá que el encuentro se concrete antes del viaje de la selección juvenil al Sudamericano de Argentina.