Las Condes inaugura salas colaborativas en colegios públicos

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Mesas circulares, alumnos que pueden conversar y pantallas en vez de pizarrón son parte de este nuevo modelo educativo.




Una sala de clases donde ningún alumno mira directamente al pizarrón y en la cual conversar está permitido. No hay reto. Eso es parte de la estrategia de Las Condes para mejorar la educación en sus colegios, y que obedece a un nuevo paradigma de aprendizaje: las salas colaborativas.

"¿Cuál de las siguientes alternativas es equivalente a la expresión 831-267=564?" es la pregunta que deben resolver los alumnos del tercero básico del Colegio Simón Bolívar en su clase de matemáticas. Para eso, las mesas están dispuestas en grupos circulares de cinco a seis alumnos, y cada grupo debe ponerse de acuerdo en la respuesta correcta. Mientras conversan para resolver el problema, la profesora se pasea y guía la actividad.

"Estamos impulsando un nuevo modelo educativo, que es colaborativo, donde los alumnos trabajan en proyectos, en equipo, para buscar soluciones y reflexionar sobre un tema. El objetivo es que los niños sean innovadores y creativos; para eso, la sala es flexible, el profesor no está al frente, es un guía", explica el alcalde de la comuna, Joaquín Lavín (UDI).

Este año los seis colegios de Las Condes han implementado las salas colaborativas en todas sus asignaturas, desde primero a sexto básico, y el próximo el sistema se expandirá hasta cuarto medio. "Ahora los alumnos miran a sus compañeros a la cara. Eso ha hecho que la clase sea mucho más participativa y que los alumnos tengan mayor motivación", señala la subdirectora del colegio, Vilma Pavlic.

Además de las mesas grupales, hay otro elemento que diferencia a este curso: la tecnología. Cada alumno trabaja con un tablet y en la pizarra hay una pantalla que proyecta las preguntas que la profesora controla desde su propio dispositivo. "Los niños trabajan en sus tablets y se pueden verificar las respuestas y avances en la pantalla. Los software distinguen y se adaptan a los avances de cada niño", dice Andrea Zapata, coordinadora académica del colegio.

Como parte de la nueva propuesta educativa, también se ha optado por fomentar el trabajo fuera de la sala de clases. "Es relevante aprender desde la experiencia, y por eso, áreas como física, química y reciclaje se aprenden en el Centro de Ciencias Aplicadas en el Parque Padre Hurtado", destaca el edil Lavín. La clase de artes también se realiza en el parque, en un taller llamado "La Nube", en el que los alumnos comparten con distintos artistas y desarrollan sus propias obras.

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