El aborto y la prostitución son legales. El matrimonio homosexual fue aprobado en 2001. La eutanasia está permitida desde 2002 si se padece de una enfermedad incurable y existe una política de tolerancia con la marihuana. Considerado uno de los países más liberales del mundo, Holanda enfrenta este miércoles unas polémicas elecciones parlamentarias, donde 13 millones de ciudadanos están llamados a votar. Estos comicios serán, además, el primer desafío para la Unión Europea en 2017 frente al auge de los movimientos populistas en el Viejo Continente.
Contradictorio con el espíritu que caracteriza al país, uno de los candidatos favoritos a ganar los comicios es un ultra derechista, que ha comparado el islam con el nazismo, que pretende cerrar las fronteras para los inmigrantes y vive bajo custodia policial por las constantes amenazas que recibe. Geert Wilders quiere revolucionar Holanda.
De 63 años, el líder del Partido de la Libertad (PVV) ha ganado popularidad a pesar de haber sido declarado culpable en diciembre de 2016 por un discurso realizado dos años antes donde incitaba a la discriminación. Ha señalado que si llega a ser primer ministro prohibirá el Corán, cerrará todas las mezquitas y los centros de asilo, y llevará a cabo el "Nexit", la salida del país del bloque europeo. Pero a los holandeses parece no importarles.
Denominado "Mozart" por su cabellera platinada y peinada hacia atrás, Wilders ha dicho que quiere comenzar una "primavera patriótica" previa a las elecciones en Francia (23 de abril) y Alemania (24 de septiembre), donde los partidos de extrema derecha también están ganando terreno. Bajo el lema "Holanda nuestra otra vez", ha sido comparado con el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, especialmente por su política antiinmigratoria y por visión contra el islam. Según él, esta religión y la libertad son incompatibles. A Wilders le gusta la comparación con el republicano y ha aplaudido alguna de sus medidas, como el veto migratorio.
Con su discurso ganó gran apoyo y se encontraba como favorito en la mayoría de las encuestas. A principios de febrero, los sondeos pronosticaban que el partido de Wilders obtendría alrededor de 35 escaños, seguido de la formación del primer ministro Mark Rutte, el Partido Popular de la Libertad y Democracia (VVD) con 20.
Pero ahora los sondeos muestran que los resultados serán ajustados. Una encuesta de Peil.nl, publicada el 5 de marzo, señala que el partido de Wilders ganará 25 escaños. Eso es cuatro curules menos de los que se proyectaba una semana antes y sólo un escaño más que el conglomerado de Rutte. El Parlamento holandés está compuesto por 150 escaños y se necesitan 76 asientos para formar gobierno.
Holanda ha sido gobernada por coaliciones durante más de un siglo. Es por eso que si es que el PVV saca la primera mayoría en las elecciones, seguramente tendrá que hacer pactos para gobernar. No obstante, los otros conglomerados se han negado a apoyarlo si esto sucede.
Otra encuesta, de Kantar Public, confirma que la disputa será reñida. El conglomerado de Wilders se encontraría adelante, con un 17,8% de los votos, es decir, 28 escaños. Los liberales tendrían 17,3%, lo que se traduce en 27 asientos.
Se estima que los demócrata cristianos obtendrán 18 escaños, seguidos por los demócratas 66 (D66) y el Partido Verde con 17 escaños aproximadamente.
Según Bloomberg, su baja en las encuestas podría deberse precisamente a Trump. Esto, porque de acuerdo a los analistas, los votantes se han mostrado reacios a las medidas que ha tomado el mandatario estadounidense, lo que podría ser la razón del debilitamiento del PVV.
Asimismo, Wilders se ha tenido que mantener lejos de la campaña. En 2004 el candidato era miembro del VVD, pero dejó el partido y creó su propio movimiento, el que derivó en el PVV. Ese año, el cineasta Theo van Gogh fue asesinado en las calles de Amsterdam por un hombre de origen marroquí. Van Gogh había publicado recientemente un filme sobre el islam. Desde entonces, Wilders recibe amenazas por sus dichos, vive bajo protección policial las 24 horas del día, sale a la calle con guardaespaldas e intenta alejarse de todo tipo de eventos públicos. Y recientemente tuvo que cancelar actividades por seguridad.