El duelo entre Chile y Brasil de hoy no solo es el segundo duelo de la "Roja", sumando el 2-0 ante Inglaterra, en su preparación para la cita planetaria del próximo año, si no que además se trata de un enfrentamiento que ha dejado diversas anécdotas y curiosidades que han marcado al combinado nacional.

Hechos como el "Puertordazo", la clasificación a semifinales de Copa América de 1987, la derrota 4-2 en el Mundial de 1962, la goleada en 2005, con comercial incluido e intercambio de camisetas en el entretiempo, e incluso el "Maracanazo" en 1989 se cuentan entre las vivencias de este enfrentamiento.

Por eso, recopilamos algunas de las principales curiosidades que han quedado de los Chile-Brasil. Si recuerdas otra, compártela con nosotros.

El partido injusto para Escuti

Corría 1962 y Chile jugaba ante Brasil buscando alcanzar la final de la Copa del Mundo, todo en medio del buen rendimiento del equipo de Fernando Riera y de la expectación de los hinchas.

Pero aquel duelo, que se jugó en la noche, terminó 4-2 para el "Scratch", impidió a la "Roja" alcanzar la definición y tendría a Misael Escuti como uno de los más criticados.

El veterano portero, que en partidos anteriores había tenido problemas al jugar en horario nocturno, fue sindicado como uno de los responsables de la derrota por la prensa de la época. Tanto fue así que Riera decidió, previa consulta al mismo Escuti, poner a Adán Godoy en el partido por el tercer lugar ante Yugoslavia que ganaría Chile 1-0.

Victoria clave en Copa América

Los triunfos oficial de Chile ante Brasil han sido pocos (cinco desde 1958) y uno de esos ocurrió el 3 de julio de 1987, en el marco de la Copa América.

Con dos goles de Ivo Basay y dos de Juan Carlos Letelier, la "Roja" dejaría fuera de la lucha por el título a Brasil, ganando confianza de tal forma que, en la ronda de semifinales, eliminaría por 2-1 -y en tiempo extra- nada menos que a la Colombia de René Higuita, Leonel Alvarez y del "Pibe" Valderrama.

Con aquellos resultados, especialmente la goleada conseguida ante Brasil, Chile se ilusionaba con ganarle a Uruguay en la final y conquistar así su primera Copa América.

Pero no lo lograría. En un trabajado partido, el equipo nacional caería 1-0 ante los "charrúas", que habían ganado la edición anterior, y quedaría en el segundo lugar de un torneo que ilusionó a todos.

El gran triunfo de la desastrosa eliminatoria

Tras el cuarto lugar conseguido en la Copa América de 1999, Chile iniciaba el proceso eliminatorio a Corea y Japón 2002 con la ilusión de clasificar al siguiente mundial tras Francia.

Pese a los irregulares resultados de los primeros partidos (empate ante Perú y derrota ante Bolivia en La Paz), el Chile-Brasil de la fecha 7 estaba llamado a ser el duelo que definiría el cómo estaba la "Roja" para estas clasificatorias.

Y el increíble 3-0 conseguido en Santiago, con gran actuación de Marcelo Salas, Iván Zamorano y Fabián Estay, ilusionaron a todos con la chance de ir a la cita planetaria en Asia y seguir disfrutando de la dupla "Sa-Za".

Pero nada de esto ocurrió. Inmediatamente después, Chile empezaría a acumular derrotas increíbles -como ante Venezuela de local- y a sumar tantas críticas que varios jugadores decidieron alejarse del combinado nacional.

Al final, y con Jorge Garcés en la banca, en 0-0 ante Ecuador en la última fecha sellaría el -a esa alturas no tan- sorprendente último lugar en las eliminatorias sudamericanas.

La camiseta de Robinho y un comercial

En 2005 Chile se jugaba la clasificación -aún matemática- al Mundial de Alemania 2006. Aquella eliminatoria, que dejaría a la "Roja" fuera de otra cita planetaria, volvió a enfrentar al combinado nacional con Brasil, esta vez en Brasilia.

Más allá del triste resultado (0-5), y del bajo nivel de varios jugadores, lo que dejó aquel duelo fue la actitud de Nelson Tapia quien, en el entretiempo y cuando Chile ya perdía 4-0, conversó con Robinho recibiendo posteriormente su camiseta a modo de regalo, algo que el ex portero de la UC explicó en su momento: "Con él hablo constantemente. Hay una amistad muy linda. Y cuando entramos a la cancha me dijo: 'En el entretiempo te doy la camiseta para tu hijo'".

Eso sí, este partido dejaría otra cosa, ya que las imágenes de alguno de los goles -y sus celebraciones- fueron usados para un comercial que destacó el "Jogo Bonito" de la Canarinha.

Corriendo por una camiseta

El 24 de marzo de 2007, la "Roja" enfrentó a Brasil en Gotemburgo, Suecia, pensando en la Copa América de ese año en Venezuela y en las eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010.

Muy pocas conclusiones positivas se pudieron sacar de ese duelo, ya que el 4-0 con el que terminó el partido reflejó la superioridad del rival y, especialmente, las graves falencias defensivas y ofensivas del equipo dirigido por Nelson Acosta.

Sin embargo, lo más notable ocurrió al final del partido. Tras el pitazo, Luis Pedro Figueroa correría desde su sector hasta la mitad de la cancha para... pedirle la camiseta a Ronaldinho, justo cuando varios de sus compañeros bajaban a camarines tristes por otra goleada en contra ante Brasil.

Tras las críticas, eso sí, vendría la explicación para lo hecho por el puntero derecho: obtener la polera de "Dinho" para una rifa en ayuda al hijo de Fabián Guevara.

Vergüenza dentro y fuera de la cancha

Chile tendría en la Copa América de 2007 una de sus peores presentaciones ante Brasil, todo precedido de un increíble episodio conocido como el "Puertordazo" -llamado así por la ciudad venezolana donde ocurrió.

Tras la clasificación a cuartos de final, luego de igualar 0-0 ante México, Nelson Acosta decidió darle la noche libre, hasta cierta hora, a los jugadores de la "Roja". 

Lo que no sabía el DT es que Jorge Valdivia, Rodrigo Tello y Jorge Vargas, entre otros, protagonizarían incidentes en el hotel donde sillas rotas, jamones al aire e insultos a los trabajadores del recinto fueron el fiel reflejo de la indisciplina.

El detalle acá es que Chile debía jugar con Brasil el 7 de julio, apenas tres días después del criticado "Puertordazo"... y lo ocurrido con los jugadores se sintió en la cancha: un equipoperdido, casi sin espíritu y con Humberto Suazo casi como figura de la "Roja" terminaría goleado por 6-1.

El arreglo que los dejó fuera de dos mundiales

El 3 de septiembre de 1989, Chile se presentó en el Maracaná con la obligación de ganar para ir al Mundial de Italia '90 en un duelo que terminaría con la crisis del fútbol chileno.

A los 69' una bengala cayó en el área chilena y Roberto "Cóndor" Rojas cayó al suelo, tras lo cual comenzó a sangrar y fue sacado por el resto del equipo, quienes por cierto se negaron a seguir jugando el duelo.

Siete días despúes, llegaría la decisión de la FIFA de no anular el compromiso y clasificar a Brasil a la cita europea.

Pero vendría lo peor. El 25 de octubre el arquero fue castigado de por vida y en Chile la Federación ordenó una investigación que llegó a la misma conclusión: Rojas se autoinfirió la herida con un bisturí (algo que confesaría recién en 1990).

Con esto, el ente rector del fútbol eliminó a Chile del proceso clasificatorio para el Mundial de 1994 (por el retiro de la cancha) y castigó al técnico Orlando Aravena y Fernando Astengo (capitán del equipo) por cinco años.