Durante la mañana de hoy martes el presidente electo Sebastián Piñera presentó a sus futuros ministros de gobierno, los cuales comenzarán su cargo el próximo 11 de marzo cuando se realice el cambio de mando.

Para tomar las riendas de Educación en el país, Piñera designó a Gerardo Varela, abogado y columnista. Actualmente Varela es director de Fundación Para el Progreso y escribe columnas para medios como El Líbero y El Mercurio.

Para el futuro ministro, la educación es y debe ser tratado como un bien de consumo, pues de eso depende su calidad, su progreso y la libertad de cada padre por decidir dónde estudiará su hijo o hija.

"La educación, como lo salud y la seguridad, son tanto derechos como bienes económicos", señaló el pasado 18 de agosto del 2017 en su columna en El Líbero.  "La educación escolar, además, es una obligación para los padres. Pero la educación es también un bien económico; desde luego se puede comprar (...)".

Además, agrega, la solución para la educación "no es la gratuidad ni la prohibición del lucro —y menos de la selección y el copago—, sino que el desafío es cómo seguir atrayendo inversiones, competencia y talento".

En cuánto al Estado, indica, tiene la obligación de asegurar "un mínimo de calidad", y otorgar  "becas o préstamos a los que no tienen los medios".

"Lo peor es lo que ha hecho este Gobierno (de la presidenta Bachelet): negar a la educación su naturaleza de bien económico, limitar la autonomía universitaria, impedir su correcto financiamiento, desincentivar competencia y regalar plata a los universitarios, que serán los privilegiados de la sociedad", explica.

"El gasto público no debe focalizarse en los universitarios, sino que en los niños y especialmente en los más vulnerables, lo demás es demagogia y despilfarro", agrega el futuro ministro.

Los matasanos de la educación

En sus columnas a El Mercurio también Varela se ha referido a este tema. En una de sus escritos que data del 2014 y titulado "Merry Charles y los matasanos de la educación" compara a la actual educación con los médicos de la Edad Media que terminaron con la vida de Carlos II tras intentar curarlo con "remedios" que claramente terminaron por envenenarlo.

"'¡Ningún peso del Estado puede ir a entidades con fines de lucro!', dicen. ¿Quién inventó tamaña insensatez? El Estado siempre ha tratado con empresas privadas, desde el suministro de remedios a los hospitales hasta la construcción de infraestructura, pasando por todo el sistema de vivienda social. El Estado se abastece todos los días de empresas privadas con fines de lucro", expresa en su columna.

"Hay que ser el faraón de los ineptos para pensar que el Estado y su lotería sabe mejor que los padres lo que conviene a los niños", indica. "Si hay algo en lo cual a los padres nos gusta participar es en la educación de nuestros hijos. Nos gusta elegir y aspiramos a darles el máximo y no un mínimo garantizado por el Estado".