Sting y Oscar Gangas. El ex hombre fuerte de The Police y el humorista de los chistes de gangosos. El músico y el cómico no guardan relación alguna y el próximo Festival de Viña del Mar se encargará de acentuar aún más las distancias: ambos son los extremos ecónomicos de la parrilla artística que animará la cita en la Quinta Vergara.

Mientras el británico es el número más caro, con una tarifa total que bordea los US$ 700 mil (unos $348 millones), Gangas es el más barato, con cerca de US$ 20 mil (10 millones). O sea, para la edición 2011 del evento, la diferencia entre el crédito más costoso y el de menor precio es de US$ 680 mil dólares ($338 millones).

Números que confirman una tendencia histórica: en Viña, las distancias entre nombres estelares y otros que asoman de manera más secundaria no sólo se palpan en su ubicación en el cartel o en la extensión de sus presentaciones; también se tornan rotundas a la hora de indagar en las tarifas cobradas por cada uno y en las peticiones exigidas por los respectivos staff a los organizadores. Sobre todo en una edición 2011 que subió su inversión destinada a contratación y gastos de artistas y miembros del jurado: mientras en 2010 Canal 13 fijó el item en US$ 4 millones (unos dos mil millones de pesos), este año Chilevisión consagró US$ 6 millones (cerca de 3 mil millones).

Tras Sting, que llegará el 24 de febrero desde Lima y abrirá la jornada de un día después, hay términos medios, como Chayanne, Alejandro Sanz, Roberto Carlos y Marco Antonio Solís: todos también abrirán una de las jornadas y están dentro del estándar promedio de lo que ha pagado Viña por las figuras de mayor cartel, con precios que oscilan entre US$ 400 mil a US$ 600 mil. Entre ellos, más el hombre de Every Breath You Take, conforman poco más del 50% del presupuesto destinado a la parte musical.

Pero tambén hay invitados que simbolizan el reverso: jurados que vienen gratis y que toman la semana completa que pasan en la Ciudad Jardín como una plataforma para promocionar sus carreras con medios de toda la región. Es el caso del venezolano Carlos Baute y del argentino y ex Sin Bandera Noel Schajris. Ambos no cobran nada por cantar en la Quinta Vergara -se les destina un tiempo para mostrar 3 a 4 temas- y los organizadores sólo les asignan un viático que bordea los US$25 mil ($12 millones).

El ejemplo de Baute y Schajris también simboliza la evidente diferencia que hay a la hora de detallar y negociar el paso por la Ciudad Jardín. Ambos arribarán con un equipo que no sobrepasa las 10 personas. En tanto, el staff de Roberto Carlos va entre las 50 a 60 integrantes (18 de ellos son músicos) y se distribuirá en dos hoteles: el Sheraton Miramar y el Hotel del Mar. Gran parte del equipo llegará en avión privado un día antes del show, pactado para el lunes 21. Otros ilustres, como Chayanne y el grupo Aventura, también aterrizarán en jet privado y cuentan con contingentes de acompañamiento cercanos a los 50 miembros.

Con protocolo

En cuanto a las obligaciones protocolares del evento, el propio Roberto Carlos aún no decide si participará en la conferencia de prensa que exige la cita y en los programas satélite de Chilevisión, y hasta hace pocas semanas se negociaba la televisación internacional de su espectáculo, tema que se ha convertido en una de las preocupaciones principales de su staff. Eso sí, ya aceptó que su presentación fuera emitida para todo el continente a través del canal A&E.

En contraparte, Baute y Schajris preparan una intensa agenda de promoción y hasta tienen planeado participar en tres conferencias: una como jurado de la competencia internacional, otra para hablar de sus presentaciones en solitario y una tercera posterior a su show. Sanz es quizás el nombre clase A que menos líos se hace con los compromisos: hasta el momento ha aceptado las citas con los medios y hasta llegaría en vuelo comercial.

Las diferencias también se ven en los casos chilenos. Américo es lejos el invitado local mejor pagado y uno de los cantantes chilenos que más dinero ha recibido en el festival en los últimos años, con poco más de US$ 20 mil (más de $ 100 millones, superior a los $80 millones que cobró en 2010). Su comitiva la integran 35 personas repartidas en dos hoteles y pactó dos repeticiones por año de su presentación, con un máximo de hasta 5 años. En tanto, Los Jaivas cobran la mitad de lo pedido por el héroe de la cumbia y llegan con casi 30 personas en su equipo.