Jorge Sampaoli asumió el cargo de seleccionador de Chile, tras la destitución de Claudio Borghi, y de inmediato su mano táctica se notó en un equipo que a ratos se vio perdido con el ex técnico de Colo Colo.

Sin embargo, las diferencias no solo están con su antecesor inmediato en la "Roja", sino que también se encuentran en Marcelo Bielsa, su espejo y quien estuvo antes de Borghi en el cargo.

Un mayor orden táctico, un mejor despliegue de los jugadores y una verticalidad definida en funciones son los principales puntos que lo separan de los otros dos seleccionadores de Chile.

Defensa flexible:

Uno de los grandes reparos al sistema de Marcelo Bielsa (3-4-3, con un rombo en el mediocampo) era la nula flexibilidad que tenía la zona defensiva.

De hecho, salvo en los partidos del Mundial de Sudáfrica 2010, y algún que otro amistoso, Gary Medel, Waldo Ponce y Gonzalo Jara eran prácticamente estáticos, a tal punto que cuando Medel subía, los otros dos zagueros prácticamente quedaban huérfanos.

Cosa similar ocurría con Claudio Borghi (3-4-1-2), donde en vez de Medel estaba Pablo Contreras para componer la línea de tres. El ex técnico de Colo Colo, por cierto, nunca quiso cambiar a una línea de cuatro defensores, una formación que le hubiera dado mayor solidez en algunos partidos y que le significó que los delanteros rivales quedaran mano a mano con los nacionales.

Sampaoli (3-4-3), no obstante, dejó atrás ambas filosofías y las "evolucionó" a una mixtura: defensa "mentirosa" de cuatro defensores, con uno de los laterales subiendo por su banda mientras el otro componía la línea de tres, tarea que han realizado, con positivos resultados, Mauricio Isla por la derecha y Eugenio Mena por la izquierda.

Mediocampo de buen pie y rápido traslado

También en la zona de volantes se encuentran diferencias, aunque quizás no tan notorias uno de otro.

Marcelo Bielsa era un convencido de mantener solo un volante de quite neto, que fuera ayudado por los volantes laterales y los defensores centrales, por lo que Carlos Carmona era el hombre encargado de destruir, siendo Isla y Jean Beusejour los hombres por los costados y Matías Fernández el creador clásico.

Borghi, en tanto, dejó de lado la soledad del volante central y puso a su lado a uno de mejor pie: Arturo Vidal o Marcelo Díaz, eran los hombres más recurrentes, con Charles Aranguiz como tercera opción. Por las bandas, Isla y Beausejour/Eugenio Mena, mientras el "10" seguía siendo Fernández.

Ahora, con Jorge Sampaoli, el asunto tiene ciertas variaciones. Se mantiene Isla por la banda derecha, pero es ahora Eugenio Mena el hombre que corre por la izquierda: un jugador con mayor facilidad para las diagonales y los "centros a la carrera".

Al medio, además, la presencia de Arturo Vidal se suma a la de Charles Aranguiz, quien da la cuota de "quite" que el equipo necesita y que permite un mayor equilibrio con respecto a los otros dos sistemas.

Ante Egipto, eso sí, Sampaoli descartó un "10" neto, poniendo a Bryan Rabello por la izquierda y dejando, a ratos, a Arturo Vidal como el creador. Por cierto, Jorge Valdivia y el ya mencionado Fernández pelean ese cupo cuando lo requiera el argentino.

Volumen ofensivo por sobre la creación

Uno de los aspectos donde Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli tienen ciertas diferencias, con respecto a Claudio Borghi, es en ataque.

La presencia de tres hombres, para ambos, es casi un mandamiento, aunque de todas formas hay variaciones entre sí.

El rosarino tuvo a Alexis Sánchez, Humberto Suazo y Mark González como sus jugadores predilectos, especialmente la presencia de los hombres por las bandas, claves en su sistema.

El de Casilda, por su parte, también tiene a Sánchez por la derecha y a Suazo por el centro, y solo cambia a González por Beausejour en el andamiaje táctico.

Es aca donde Borghi, por cierto, difiere drásticamente de ambos, prefiriendo el toque de balón y la creación más pausada por sobre la verticalidad con la presencia de muchos hombres en mediocampo (cinco al menos eran los que tenían el balón en esa zona), dejando solamente a dos en el área.

Alexis Sánchez y Humberto Suazo, quien alternó por lesión con Eduardo Vargas y Sebastián Pinto, fueron los elegidos por el argentino para el ataque, con resultados por todos lados negativo gracias a la falta de "volumen" con el que llegaba chileno a la zona rival.

De hecho, ese volumen terminaba siendo nocivo por su falta de orden, por lo que, curiosamente, el que se veía como el sistema que traería menos problemas terminó siendo el menos atractivo y el que más alejó de su propio objetivo.