Si alguien evaluara el desempeño de la "U" de Cristián Romero a través de los números, no cabrían más que elogios para el ex jugador. En los siete partidos que lleva a cargo del equipo, ha conseguido seis triunfos y solo una derrota, consiguiendo un admirable 85,7 por ciento de rendimiento. Además, se han convertido 16 goles, versus solo cinco en contra.
Todas estadísticas positivas para el técnico interino de los azules. Sin embargo, la historia es distinta al constatar el funcionamiento en cancha. El cuadro unviersitario no lo pasa bien cuando enfrenta a sus rivales, y el encuentro con Everton no fue la excepción.
Anoche, el partido se complicó muchísimo más de la cuenta ante un rival que se encuentra cerrando la clasificación, pero que perfectamente pudo rescatar un empate, e incluso, sin exagerar, irse con el triunfo.
Es cierto: El planteamiento de los viñamarinos complicó a los de La Cisterna apretando apenas estos atravezaban la mitad de la cancha, e impidiendo la asociación limpia entre Gustavo Lorenzetti y Ramón Fernández. Sin embargo, la mayor piedra de tope es, por sobre todo, las propias falencias defensivas.
Los largos balonazos de Everton complicaron siempre en demasía a los solitarios Osvaldo González, Matías Caruzzo y José Rojas, como en prácticamente todo el proceso de Romero. La línea de tres zagueros no parece estar plenamente consolidada, y el argentino no luce cómodo jugando de líbero y falla constantemente a la hora de sobrar para cubrir a sus compañeros.
A esta dificultad táctica se suma el lento repliegue del equipo, con dos laterales siempre proyectados -y estancados- en ofensiva, más la ausencia de un volante de corte calado, como Sebastián Martínez.
"No podemos ir a Brasil dejando tantos espacios. Los que entraron jugando son los que están en mejores condiciones, pero no quita que los que están más atrás puedan presionar". Las palabras del "Relojito" precisamente hacen referencia a las libertades que ofrece su cuadro a los rivales, y que si bien aún no pasan la cuenta, pueden cotar caro ante rivales como Cruzeiro, que ya aparece en el horizonte azul por Copa Libertadores.