Las disputas territoriales que encienden Asia

China y Vietnam se enfrentan estos días por las islas Paracel (Xisha, en chino), rica en recursos petroleros, provocando manifestaciones antichinas de la población vietnamita, las que han provocado una veintena de muertos y 100 heridos, en el último episodio de las disputas territoriales dentro del escenario asiático en las que también son protagonistas Japón y Filipinas.

CHINA-VIETNAM

Las protestas, en las que miles de manifestantes vietnamitas atacaron industrias extranjeras, fueron desencadenadas luego que Beijing enviara una plataforma petrolera a una zona disputada del Mar de China Meridional.

Además, las perforaciones de la petrolera estatal china en las islas Paracel provocaron esta semana choques de buques chinos con la guardia costera vietnamita.

Beijing reclama como propia una zona de semi círculo del Mar de China Meridional que cubre áreas que otras naciones del Sudeste Asiático también dicen que les pertenece.

CHINA-FILIPINAS

Por otro lado, China mantiene actuales tensiones con Filipinas por arrecifes en aguas disputadas en el Mar del Sur de China por el archipiélago de las islas Spratly, porque las autoridades de Manila acusan a Beijing de haber iniciado una construcción de infraestructuras en una de las islas, lo que está prohibido.

esta situación ha producido numerosos incidentes entre pescadores y fuerzas navales de los dos países. Sin embargo Brunei, Malasia, Taiwán y Vietnam también reclaman la propiedad total o parcial de las Spratly, ya que es una región rica en recursos marinos y energéticos.

En 2002 los países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) firmaron la Declaración de Conducta en el Mar de China Meridional que prohíbe cualquier tipo de construcción en los territorios disputados.

CHINA-JAPÓN

Quizás una de las disputas más territoriales más peligrosas es la que mantiene China con Japón por las islas Diaoyu/Senkaku, ya que se habló de la  posibilidad de provocar un conflicto más amplio.

El archipiélago en disputa está formado por cinco islas deshabitadas y tres arrecifes. En septiembre de 2012 el conflicto explotó cuando tres de las cinco islas, que eran propiedad del empresario japonés Kunioki Kurihara las vendió al gobierno de Japón desatando la ira de Beijing.

De ahí en más el conflicto ha ido escalando con ocupaciones por parte de ciudadanos chinos y japoneses. El más reciente episodio lo protagonizó China, cuando en noviembre de 2013 delineó una zona de identificación aérea que inluyó a las islas disputadas.